Peregrinos cataquenses iniciaron hoy su largo caminar de una semana para dirigirse hasta Ayabaca por el Señor Cautivo, despidiéndose ante el templo San Juan Bautista del distrito de Catacaos, unidos por el color morado de su vestimenta, en medio de cánticos, palmas y mucha alegría.
Muchos de quienes se han sumado al peregrinaje piden por una reconstrucción real del distrito, con el anhelo que nunca más la furia de la naturaleza se ensañe contra ellos.
“El ruego que llevamos es para que quienes tienen a cargo la reconstrucción puedan pensar en los pobres, en quienes siempre perdemos todo y para quienes nunca se hace nada bueno, ni por nuestros caseríos”, señaló uno de ellos.
“Que el Cautivito mire con ojos de bondad a los pobres de Catacaos y todos los pueblos que hemos sufrido cuando se salió el río”, agregó confiado.