Ante la creciente afectación de las intensas lluvias en diversas regiones del país, el Gobierno ha tomado la decisión de declarar estado de emergencia por 60 días en 96 distritos distribuidos en 15 regiones. Esta medida tiene como objetivo principal ejecutar «acciones de excepción, inmediatas y necesarias, de respuesta y rehabilitación» para hacer frente a las consecuencias de las precipitaciones pluviales.
El decreto supremo, publicado en el diario oficial El Peruano, responde al impacto de los daños causados por las intensas lluvias en jurisdicciones de las regiones Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Junín, Lima, Madre de Dios, Pasco, Puno, San Martín y Tacna.
El informe situacional del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), respaldado por el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), destaca la magnitud de los desastres naturales registrados, incluyendo desbordes de ríos, derrumbes, deslizamientos, granizadas y huaicos. Estos eventos han ocasionado daños significativos a la vida y salud de la población, así como a la infraestructura pública y privada, incluyendo viviendas, vías de comunicación, infraestructura de riego y servicios básicos como agua potable, salud y educación.
En virtud de esta medida, los gobiernos regionales correspondientes, en coordinación con el Indeci y diversos ministerios, incluyendo Salud, Vivienda, Construcción y Saneamiento; Educación; Transportes y Comunicaciones; Desarrollo Agrario y Riego; Energía y Minas; la Mujer y Poblaciones Vulnerables; Desarrollo e Inclusión Social; Interior; y Defensa, están encargados de ejecutar las acciones y medidas necesarias para atender la emergencia.
Además, el decreto supremo establece los bienes y servicios que pueden ser entregados como donación a las localidades comprendidas en la declaratoria de emergencia, con el fin de brindar asistencia oportuna a las poblaciones afectadas por las inclemencias del clima.