La novela Paolo Guerrero continúa en suspenso tras las revelaciones de amenazas hacia la familia del capitán histórico de la Selección Peruana de Fútbol y la oficialización de su renuncia al club Universidad César Vallejo. Los directivos del equipo «Poeta» lo esperan aún para que se sume a los entrenamientos en Trujillo, pero Guerrero descartó viajar a esta ciudad por temor a la seguridad de su familia.
Hasta ayer por la noche diversos medios de comunicación entrevistaron al «Depredador» y él reiteraba que la decisión de rescindir contrato con Vallejo estaba tomada y solo faltaba que los directivos del club acepten las negociaciones.
Guerrero incluso dejó entrever su molestia por encontrarse en una carrera contra el tiempo para conseguir un nuevo club en el cual pueda continuar su carrera futbolística.
«Creo que este señor (Richard Acuña) está dilatando el tema para que pase el tiempo y no pueda encontrar club, a mí me queda claro eso», increpó el «9».
En entrevista con Mávila Huertas también responsabilizó a los dueños del club trujillano de su posible retiro del fútbol debido a la demora en la rescisión de su contrato.
«El 26 está claro que se cierra el libro de pases, y si estos tipos, estas personas, no firman la rescisión, voy a tener que ponerle punto final a mi carrera y va a ser gracias a estos señores, quienes van a ser los responsables de todo esto», expresó un enojado Paolo Guerrero.
Ayer, a la medianoche, se conoció que la carta de renuncia de Guerrero había sido enviada formalmente al club César Vallejo. Ahora la pelota está en la cancha de los «poetas», quienes decidirán si la aceptan o solicitan una indemnización por incumplimiento de contrato.
El futuro del «9» de la selección aún es incierto, aunque suenan voces de su posible fichaje en Alianza Lima.