El Seguro Social de Salud (EsSalud) alertó a la población que el virus de la hepatitis B es significativamente más contagioso que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) debido a su elevada carga viral. En el Perú, más de 135 mil personas son portadoras de esta enfermedad viral.
La hepatitis B es una enfermedad silenciosa, ya que, en algunos casos, no presenta síntomas y puede volverse crónica, afectando el hígado. La enfermedad puede no ser detectada al nacer un bebé infectado, ya que la madre lo transmite durante el parto, pero la presencia del virus puede ser identificada mediante exámenes de rutina o prequirúrgicos.
Síntomas como ojos amarillos, pérdida de apetito o malestar general pueden indicar infección, lo que requeriría iniciar un tratamiento. No obstante, en muchos casos el hígado ya se encuentra dañado, desarrollando una enfermedad crónica como la cirrosis hepática y, posteriormente, el cáncer de hígado, tal como señala el doctor César García Delgado, gastroenterólogo del hospital Alberto Sabogal Sologuren de EsSalud.
¿Qué es la hepatitis B?
Según Mayo Clinic, la hepatitis B es una infección grave del hígado, originada por el virus de la hepatitis B (VHB).
Frecuentemente, la hepatitis B tiene una duración breve, conocida también como hepatitis B aguda, y se extiende por un periodo inferior a los seis meses. No obstante, en algunos individuos, la infección con hepatitis B se convierte en crónica, persistiendo más allá de los seis meses.
La hepatitis B crónica incrementa la probabilidad de padecer enfermedades como la insuficiencia hepática, la cirrosis y el carcinoma hepatocelular.
¿Cómo se transmite el virus?
El VHB se transmite de persona a persona a través de la sangre, el semen y otros fluidos corporales, no se transmite mediante estornudos ni tos.
Las formas más comunes de transmisión del virus de la hepatitis B son las siguientes:
- Contacto sexual: es posible contraer hepatitis B manteniendo relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. El virus se transmite cuando la sangre, saliva, semen o secreciones vaginales de la persona infectada ingresan al cuerpo.
- Compartir agujas: el VHB se propaga con facilidad a través de agujas y jeringas contaminadas con sangre infectada. Compartir equipos para el consumo de drogas intravenosas incrementa el riesgo de infección.
- Pinchazos accidentales de aguja: la hepatitis B representa un riesgo significativo para los trabajadores de la salud y cualquier persona en contacto con sangre humana.
- De madre a hijo: las mujeres embarazadas portadoras del VHB pueden transmitirlo a sus bebés durante el parto. No obstante, vacunar al recién nacido puede prevenir casi siempre la infección. Es recomendable consultar con un profesional de la salud sobre la prueba de detección de la hepatitis B si se está embarazada o se planea estarlo.
En cuanto a los factores de riesgo, estos aumentan en los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, cuando se vive con alguien que tiene infección crónica causada por el virus de la hepatitis B y si se viaja a regiones que presentan índices altos de infección por el VHB.
Sin embargo, el contacto sexual es la forma de contagio más común de esta enfermedad viral. “La hepatitis B tiene varios mecanismos de contagio, siendo la vía sexual la principal causa. Por ello es importante que la población se concientice sobre el uso de preservativos durante las relaciones sexuales”, afirma el médico del hospital Sabogal.
García Delgado agregó también que el tratamiento de manera oportuna es fundamental para controlar la enfermedad y disminuir los daños en el organismo. Cabe señalar que este virus no solo ataca al hígado, sino que también puede migrar a otras partes del cuerpo, poniendo en peligro la salud y la vida del paciente.
Por otro lado, “la importancia del diagnóstico a tiempo radica en la disponibilidad de tratamientos eficaces para prevenir la progresión de la infección en un alto porcentaje de los casos”, informa el especialista.
¿Cómo prevenir la hepatitis B?
Para evitar el contagio de hepatitis B, lo más efectivo es vacunarse contra el virus.
Además, protegerse durante las relaciones sexuales es clave. Usar condones y barreras bucales de látex durante el sexo oral, anal y vaginal reduce el riesgo de transmisión no solo de hepatitis B, sino también de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Es también recomendable realizarse exámenes periódicos de ETS y estar atento a los síntomas de hepatitis B. Por último, hay que evitar compartir objetos personales como rasuradoras o cepillos de dientes, ya que podrían estar contaminados con sangre infectada por el virus. Igualmente, es importante no compartir agujas para perforaciones, tatuajes o consumo de drogas, ya que estas prácticas facilitan la transmisión de la hepatitis B y otras infecciones.