Javier Ato Yamunaque cursa el quinto año de secundaria y demuestra su arte con sus esculturas.
El escolar estudia en la I. E. Horacio Zevallos Gámez, ubicada en el centro poblado Malingas, en Tambogrande. Javier, una de sus obras la ha denominado “El compadre Filiponcio y doña Panchita”, con la que ha logrado destacar como un talentoso escultor pasando a la etapa nacional en los Juegos Florales Escolares Nacionales del Ministerio de Educación.
“El compadre Filiponcio y doña Panchita” revalora las costumbres y tradiciones del pueblo tambograndino, pues representa a una familia del campo. En ella se observa a un campesino en reposo, después de una ardua jornada de trabajo en su chacra, sujetando con una mano un poto de chicha y con la otra su palana. En tanto, su pareja amamanta al hijo de ambos mientras sostiene una fuente de “fiambre”. Y no podía faltar la presencia de la mascota del hogar. Detalles como el sombrero, la alforja y la vestimenta le dan realismo a la obra.
Para la elaboración de la escultura se usó bolsas de papel de los sacos de azúcar y de cemento. El proceso constructivo, para dar forma y volumen, demoró un mes, hasta lograr una bella pieza.
“Me siento muy feliz porque con mi esfuerzo y dedicación he logrado algo que al principio parecía inalcanzable. Es muy emocionante y satisfactorio haber llegado a la etapa nacional y estoy esperando con mucho entusiasmo los resultados”, expresó emocionado Javier.
Además de destacar como escultor, Javier es un gran pintor, habiendo encontrado en el arte una manera de expresar sus emociones. Su sueño es convertirse en un gran arquitecto o artista plástico, para ello cuenta con el apoyo de sus padres Javier y María, además de sus cinco hermanos, así como sus docentes y amigos.
La I. E. Horacio Zevallos participó de un concurso de murales organizado por la Municipalidad Distrital de Tambogrande, quedando en segundo lugar. El proceso estuvo liderado por Javier y su maestro Miguel Ángel. El mural representa los diferentes lugares turísticos del distrito, su riqueza agrícola e histórica.
Su historia se hizo conocida a través del programa Qali Warma, que brinda atención en la I.E. donde estudia Javier y entrega los programas alimentarios para los escolares.