El exministro de Defensa del Perú, Jorge Moscoso, defendió la reciente decisión del gobierno de Dina Boluarte de adquirir aviones de combate, argumentando que se trata de una medida clave para la seguridad nacional, especialmente en un contexto regional donde, según sus palabras, el Perú no cuenta con «países amigos». Esta declaración surge en medio de preocupaciones sobre el impacto del próximo Megapuerto de Chancay en los intereses económicos de países vecinos, como Chile.
En una entrevista con Exitosa Noticias, Moscoso afirmó: “Vivimos en un entorno regional donde nosotros, el Estado peruano, no tenemos amigos. No existen en las relaciones internacionales el concepto de ‘amistad’ (…), lo que tenemos son vecinos (…) que, al igual que nosotros, tienen intereses y lo que corresponde a un Estado es proteger y defender sus intereses”.
Fortalecimiento militar bajo un enfoque disuasivo
La compra de aviones, según Moscoso, responde a una estrategia de «disuasión defensiva», cuyo objetivo es fortalecer la capacidad operativa de las Fuerzas Armadas peruanas. Con esta medida, se busca asegurar la soberanía del país sin fomentar conflictos territoriales. “Somos disuasivos, defensivos”, reiteró el exministro, al explicar que este enfoque fue adoptado tras un análisis de las capacidades del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
El caza Rafale, uno de los modelos que el gobierno peruano estaría adquiriendo, es un avión polivalente de cuarta a quinta generación, bimotor y con una configuración de ala en delta y canards. Fabricado en Francia por la compañía Dassault Aviation, este tipo de aeronave destaca por su versatilidad en misiones tanto defensivas como ofensivas.
Más allá de la defensa: aeronaves para asistencia humanitaria
Hace unos días, el actual ministro de Defensa, Walter Astudillo, reveló que además de la compra de 24 aviones de combate, el gobierno ha aprobado la adquisición de un avión ambulancia y ha iniciado un proyecto en colaboración con gobiernos regionales para adquirir una flota de 24 a 26 helicópteros. Estos helicópteros se emplearán en misiones de salvamento, búsqueda y traslado de pacientes graves, respondiendo así a las demandas de algunos sectores que priorizan las adquisiciones para operaciones humanitarias.
Moscoso reconoció la importancia de estos equipos, pero insistió en que no se debe descuidar el tema de la defensa nacional. “Hay que mirar el entorno. Nosotros no sabemos cómo se van a afectar los intereses de otros países con la activación del proyecto de Chancay. Entonces, hay que estar preparados para defender lo nuestro”, expresó.
Preocupación de Chile por el Megapuerto de Chancay
El exministro subrayó que el impacto del Megapuerto de Chancay en la economía de Chile es evidente, y que esto podría generar tensiones en el futuro. Recordó que Chile ya ha manifestado su preocupación por el proyecto portuario peruano, que competirá directamente con los puertos del norte chileno, afectando así sus intereses comerciales.
“El norte de Chile (…) está sufriendo de un estrés hídrico tremendo (…). ¿Qué va a pasar cuando entre en funcionamiento Chancay? Obviamente, va a cambiar, y no creo que sea favorable porque la preocupación que hemos visto en el sur es evidente”, advirtió Moscoso, añadiendo que es probable que esto provoque cambios en la actitud de Chile, tanto en su política interna como externa.