La economía de Piura sufrió un retroceso del 1.7% durante el primer semestre de 2024, en contraste con el crecimiento del 2.5% registrado a nivel nacional en el mismo periodo, según datos proporcionados por Luis Casaverde, jefe del Departamento de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) – Piura.
Principales sectores afectados
Casaverde explicó que este desempeño negativo se debe, en gran parte, a la caída significativa en sectores clave como la manufactura y el agropecuario. El sector manufactura registró una disminución del 18.5%, mientras que el agropecuario se contrajo en un 8.5%, afectando notablemente la actividad económica de la región.
En cuanto al sector pesquero, se reportó una disminución drástica del 57.1% entre enero y julio de 2024, atribuida principalmente a la menor disponibilidad de pota. «Este año se tiene un menor procesamiento de pescado congelado», puntualizó Casaverde, comparando la situación con 2023, cuando se alcanzaron cifras récord en el desembarque de este recurso.
Exportaciones y empleo formal en declive
Las exportaciones de Piura también experimentaron una fuerte caída del 21.3% durante el periodo de enero a julio de 2024. Las ventas de pota disminuyeron en un 60.2%, mientras que las exportaciones de uvas cayeron un 81.9%, lo que ha tenido un impacto directo en la economía regional.
El empleo formal en Piura también mostró una contracción del 6.6% en el primer semestre de 2024, reflejando un escenario de desaceleración económica que afecta a varios sectores productivos.
Sectores con crecimiento moderado
A pesar del panorama general negativo, algunos sectores mostraron señales de crecimiento. El sector construcción creció en un 2.8% y el sector transporte registró un incremento del 3.5%, lo cual ha sido un alivio parcial para la economía de Piura.
Crecimiento regional en la última década
A pesar del difícil inicio de año, Piura ha registrado un crecimiento promedio del 1.9% en la última década, superando a otras regiones como La Libertad (1.8%) y Tumbes (1.2%). Los sectores que han impulsado este crecimiento a largo plazo incluyen el sector inmobiliario, con un incremento del 2.1%, y el sector de telecomunicaciones, el cual ha sido el más dinámico, alcanzando un crecimiento del 6.8%.