El presentador de televisión Andrés Hurtado solicitó enfrentar en libertad su proceso judicial, en el que enfrenta cargos por tráfico de influencias, lavado de activos y sobornos. Durante la audiencia de apelación contra los 18 meses de prisión preventiva dictados en su contra, Hurtado aseguró estar colaborando con la Fiscalía y enfatizó su compromiso de no fugarse.
“Vengo colaborando con la Fiscalía (…) no tengo ni un peligro de fuga, nunca lo tuve. Terminé mi programa y en ningún momento agarré un avión ni me fui, no tengo por qué irme. Puedo afrontar mi juicio afuera, con total transparencia, y dedicarme a trabajar”, afirmó Hurtado en su intervención ante el juez César San Martín, presidente de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema.
Desde el penal de Lurigancho, donde permanece recluido, Hurtado defendió su arraigo domiciliario y laboral, presentando pruebas como la renta de un departamento a su nombre y su suspensión temporal en la televisión. “Ahora empieza la gira por todo el Perú, en todos los coliseos del país. Esa es la promesa que le hice”, mencionó, destacando su capacidad de generar trabajo y proyectos.
Apoyo a comedores populares y situación familiar
Durante la audiencia, Hurtado también presentó cartas notariadas de 32 comedores populares que apoya y calificó de “show televisivo” los rumores sobre una posible fuga. Afirmó además que es el único sustentador de su familia, especialmente de su hija de nueve años, quien requiere educación especial. “Soy el único sostén de mi familia, de mi hija (…) Yo me encargo todos los días de mi vida de estos gastos, (ya que su) mamá no puede trabajar”, declaró.
Defensa legal solicita medidas menos restrictivas
El abogado defensor de Hurtado, Elio Riera, cuestionó la solidez de las pruebas de la Fiscalía para justificar la prisión preventiva y pidió la comparecencia con restricciones para su cliente. Riera negó que Hurtado intentara acogerse a la colaboración eficaz, aclarando que nunca envió un oficio a la Fiscalía solicitando tal beneficio y que no pronunció la frase “si hablo me matan”, como había sido reportado.
Hurtado fue detenido a inicios de octubre tras una orden del juez Juan Carlos Checkley, quien dictó 18 meses de prisión preventiva por considerar que el presentador carecía de arraigo domiciliario, familiar y laboral. Según la orden, esta medida se mantendrá hasta el 18 de marzo de 2026.
Los cargos en la trama de sobornos y tráfico de influencias
El Ministerio Público acusa a Hurtado y a otros implicados, incluyendo a la suspendida fiscal Elizabeth Peralta y al empresario Javier Miu Lei, de participar en una red de tráfico de influencias y sobornos. La Fiscalía desglosa las imputaciones en tres eventos principales. En el primero, Peralta habría ofrecido influencias al fiscal Lucio Sal y Rosas para que Miu Lei recuperara oro incautado, a cambio de un millón de dólares. En el segundo, entre 2020 y 2021, Peralta habría solicitado 80 mil dólares de Miu Lei, a través de Hurtado, para interferir en una investigación contra la empresa Paltarumi. En el tercer caso, Peralta y Hurtado presuntamente pidieron 100 mil dólares a Iván Siucho para detener una investigación contra su empresa, recibiendo un pago inicial de 20 mil dólares antes de que la investigación prosiguiera.
Entre las evidencias presentadas, la Fiscalía menciona un váucher de depósito dirigido a una empresa del presentador, lo cual refuerza los señalamientos en su contra.
La vinculación con ‘Vaticano’ y el interés de la DEA
Desde 2019, Hurtado figura en registros públicos como apoderado legal de Demetrio Chávez Peñaherrera, alias ‘Vaticano’, un conocido narcotraficante peruano de los años 90. Fuentes de Perú21 informan que la Administración de Control de Drogas (DEA) mantiene su atención en las hijas de Hurtado, Josetty y Génnesis, quienes viven en EE.UU. y llevan un estilo de vida lujoso. Aunque ambas argumentan que sus ingresos provienen de redes sociales y colaboraciones con marcas, estas declaraciones no convencen plenamente a las autoridades estadounidenses.