Amparándose en la ficha de peligro inminente registrada bajo el código SINPAD 19127, donde se evidencia el desabastecimiento de agua para consumo poblacional y agrícola, la Municipalidad de Piura ha exigido al Gobierno Regional, se declare en emergencia a toda la región.
El escaso afluente que alimenta el reservorio de Poechos ha mermado significativamente la capacidad de la Planta de Tratamiento de Agua Potable de Curumuy, gestionada por EPS Grau. Como consecuencia, más de 138,000 personas y alrededor de 30,800 viviendas están sufriendo problemas de abastecimiento, afectando directamente su calidad de vida. En el ámbito agrícola, la situación es igualmente desalentadora: 64,499 hectáreas de cultivo y 51,884 productores enfrentan serios riesgos, con posibles daños a largo plazo en la economía local.
La comuna ha propuesto una serie de acciones, entre las más destacadas se encuentran la perforación de pozos temporales, la adquisición de plantas desalinizadoras y la rehabilitación de pozos existentes. También se contempla la distribución de agua mediante cisternas y la construcción de reservorios para mejorar el sistema de riego.
La crisis hídrica que atraviesa Piura no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una combinación de factores: la falta de lluvias, la gestión deficiente de los recursos y la ausencia de políticas preventivas. Esta situación debe ser una llamada de atención para replantear la forma en que se administra el agua en la región.