El testimonio de una suboficial de la Policía Nacional dio cuenta de las circunstancias en que ella fue víctima de una presunta violación sexual por parte de su colega, el Suboficial Alexander Miguel Herrera Gutiérrez asignado al Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de la Policía Nacional del Perú en Ayacucho.
“El culpable de todo fue este suboficial de segunda Herrera Gutiérrez Alexander Miguel” señaló la víctima.
El examen de dosaje etílico practicado al suboficial Herrera salió negativo pese a que el día anterior, cuando ocurrieron los hechos, habían bebido cerveza junto a otros colegas para celebrar el Día de la Policía Nacional del Perú.
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La suboficial contó que el 6 de diciembre su colega Herrera le invitó a ella y a una amiga a brindar junto con otros policías en un local que se encuentra muy cerca de la comisaría. Ahí bebieron cerveza hasta cierta hora, cuando se dirigieron hacia otro lugar.
“En este lugar yo tomé una pequeña cantidad, pues estaba pendiente del teléfono porque dejé a mi hija al cuidado de una de sus tías”, indicó la suboficial.
Alrededor de las 8:30 p.m., ella decidió retirarse de la reunión, con dirección a un restaurante, para cenar. Cuando salió de los servicios higiénicos, Herrera la esperaba con una plato de comida.
“Probé un poco de comida a insistencia del suboficial y desde ahí no recuerdo cómo llegué a mi cuarto” señaló. “Cuando desperté, él se encontraba encima mío sin polo y en ese momento vuelvo a perder el conocimiento. Tras despertar noté que estaba embarrada de semen” señaló.
La suboficial interpuso la denuncia y pasó todos los exámenes de medicina legal, cuyos resultados dan cuenta de desfloramiento reciente, entre otros aspectos.
Sin embargo, y pese a las evidencias, hasta el momento las autoridades no determinan su situación legal. Mientras tanto, la víctima viene recibiendo amenazas, según señaló.
La suboficial comentó que teme que el caso quede impune ante la lentitud de las autoridades judiciales y, según confesó, la falta de apoyo por parte del comando de su institución.
Fuente: El Comercio