En la esquina de las calles Mariano Díaz con Emilio Ramírez, ex Libertad, por décadas los cataquenses dentro y fuera del distrito, vivían intensamente su fiesta de velaciones con las tradicionales roscas de muertos que don Manuel Antero Sosa Flores elaboraba en su horno artesanal.
Pese a su desaparición física desde el 24 de junio del 2017, al fallecimiento de “don Sosa”, y al ver cómo su horno fue “inundado” por el río Piura, el 27 de marzo de ese mismo año, sus ocho hijos y nietos se comprometieron a mantener vivo el legado del hijo de Narihualá, que conquistó con su pan a los vecinos de la Heroica Villa.
Su hija Socorro Sosa Mejía, la cuarta de los ocho herederos de «don Sosa» lidera la parte administrativa en el local, donde desde hace más de 40 años, un horno alegra los días.
Jeanpiere Torres Sosa, de 27 años, nieto del patriarca, conduce el movimiento en su pequeña zona de producción y guarda celosamente la receta que mezcla harina, sal, azúcar, yema de huevos, manteca y otros insumos de primera calidad para crear las famosas roscas de velaciones.
Tal es el éxito de sus dulces que, incluso, han recibido pedidos especiales de roscas desde “Estados Unidos, España México, entre otros países y ciudades del Perú”, nos dice Socorro.
“Nunca hemos parado, pues ofrecemos productos de primera necesidad y tras la llegada del río, paramos para remodelar el horno y volver a servir a los cataquenses”, señala con orgullo el nieto seguidor de la tradición.
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Roscas por miles
Según Jeanpiere Sosa suelen elaborar roscas con una producción de 5 a 6 latas, pero el 31 octubre, 1 y 2 de noviembre es muy diferente. “En velaciones ya no nos damos abasto para atender y sacamos 80, 90 latas de roscas, de 50 céntimos, un sol”, indica Jeanpiere.
Señala a continuación que también elaboran este delicioso producto de la harina de hasta 20 soles, con decoración o mensajes especiales.
“Todo depende del cliente si desea dedicar o recordar a alguien en especial y allí nos esmeramos en los ingredientes y trabajo de la masa para que sea un producto súper especial”, agrega.
Son miles de roscas que salen a cumplir la tradición y ahora ya se nota pues tienen 2 locales y 3 puntos de venta en la Heroica Villa.
“Nuestra meta es expandirnos hacia Piura y el bajo Piura como la Arena, La Unión, Sechura e incluso en la tierra de mi “papá”, Narihualá” señala optimista, mientras nos muestra la moto furgón, triciclo y vitrinas exhibidoras que mantienen vivo el legado de su abuelo.
Para estar a tono con la modernidad cuentan con servicio delivery, llamando al 943 242 053.
«Don Sosa» sigue acompañando en velaciones a Catacaos, la tradición sigue viva.