El diálogo es la mejor arma para enfrentar cualquier tipo de problema, ya sea laboral, familiar, amical o emocional. La comunicación ayuda a conocer a las personas y todo lo que las rodea. Por ello, la psicóloga ocupacional de la Universidad de Piura (UDEP) Lic. Rosa Cornejo, en entrevista con Noticias Piura 3.0 brindó detalles sobre la importancia de este elemento y los grandes resultados que puede traer consigo.
Tras la difusión de un vídeo donde se aprecia a un grupo de escolares agredir a su compañero hasta dejarlo inconsciente, muchos se han preguntado qué pudo ocasionar este lamentable episodio. Si bien es cierto, el caso viene siendo materia de investigación, los ciudadanos han considerado este hecho como bullying y en una escala grave.
Para la especialista, hay una serie elementos que llevan a una persona a convertirse en agresor, muchas de ellas originadas desde el hogar. La falta de comunicación, atención, diálogo y corrección por parte de los padres, hace que los niños tomen conductas no apropiadas a su corta edad.
En el contexto de la pandemia del covid-19, toda persona ha sufrido de ansiedad, sobre todo los adultos, ya sea por la carga de mantener el hogar u ejercer el trabajo remoto. Sin embargo, ello ha originado que se deje de lado cosas importantes, como el acercamiento al entorno familiar. Los niños, en este específico caso, son los más afectados.
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“La ciudadanía siempre juzga al agresor, pero no sabe qué hay detrás de ello. Se debe hacer todo un abordaje para entenderlo. Quizá dentro del hogar hay un padre agresivo o quizá que sea un niño o adolescente que siempre está solo, con padres ausentes y que tiene mucho acceso al internet, donde la información que explora no es la correcta y donde se ha normalizado la violencia”, declaró Cornejo.
Agregó, “las actitudes agresivas se empiezan a descubrir desde la casa. La persona comienza a tener un comportamiento desafiante, incluso hasta con los padres o mascota. Todo sujeto que quiere llamar la atención lo hace de esa manera, esto de repente por alguna carencia que tiene, pues creen que, transmitiendo miedo, tienen el poder”.
Y es que, si hablamos de bullying, se tiene que mencionar a los principales afectados: niños con baja autoestima y también con ausencia de padres. Para la psicóloga, el no prestar la confianza a los hijos, hace que estos se sientan solos. O el quitarles la voluntad que nos cuenten sus problemas, ocasiona que las cosas vayan por mal camino.
En reiteradas ocasiones, y a veces de manera involuntaria, el padre juzga a su hijo por algún accionar que tuvo. Si bien es cierto, la autoridad nunca se debe perder, hay maneras en las que se debe corregir. “A veces de una sola juzgan, lo que hace que los niños tengan miedo de contar sus problemas”, señaló Cornejo.
Estas actitudes hacen que los menores crean que todo lo que realizan está mal y que siempre la otra parte tiene la razón, cuando en la mayoría de veces no es así. Episodios como estos origina que el agresor tome el poder y empiece a practicar el bullying.
¿Qué se debe hacer?
La especialista instó a los padres de familia a tener mayor comunicación con sus menores hijos. Dedicarles unos minutos del día, conllevará a que tengan mayor apertura y puedan contar los problemas que tienen. Es aquí donde, si son víctimas de bullying, se sabrá a la brevedad y podrán fin a este mal, que en algunas ocasiones puede incluso causar la muerte.
En tanto, la psicóloga recomendó a los niños y adolescentes a no quedarse callados y buscar ayuda. Siempre habrá personas dispuestas a escuchar y solucionar problemas. El silencio es el arma más letal que tiene la violencia y lo que siempre se tiene que evitar.
Por: Alexander Cueva