La presentación ante la Comisión Lava Jato de Alan García se extendió por varias horas, las cuales no estuvieron exentas de cuestionamientos a favor y en contra del ex presidente de la República, así como incidentes como el que protagonizó Mauricio Mulder.
El altercado empezó cuando el congresista Hernando Cevallos, del Frente Amplio, participó en la sesión de preguntas al ex presidente Alan García como invitado, ya que no es parte de esta comisión investigadora.
Luego que Cevallos preguntara por la relación entre Alan García y Jorge Barata, Mauricio Mulder pidió la palabra para cuestionar a los parlamentarios que «han venido a la comisión para ganar alguito». «Quiero pedirles a esos congresistas que, por lo menos, se informen de las preguntas que ya se han hecho», comentó.
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En respuesta, Cevallos dijo: «El doctor (Alan) García no necesita guardespaldas ni de guardianes que mediaticen sus respuestas. Acá hemos venido a preguntar y, así como algunos tienen el derecho de defender a sus jefes, el resto tiene derecho a preguntar».
Esto generó una reacción inmediata de Mulder, quien le exigió que retire las dos palabras «guardespaldas» y «guardianes». El aprista también criticó a Rosa Bartra, presidenta de la Comisión Lava Jato por «no poner orden».
Cevallos no retiró la palabra, pero precisó que no hizo una alusión personal a Mulder. «He señalado que esa no es la actitud que debemos tener los congresistas acá», dijo, con lo que Bartra dio por superado el incidente, a pesar de las críticas del aprista.
«Que conste que no ha retirado nada. Los epítetos los ha escuchado usted, no tengo por qué repetirlos. Que quede claro que la comisión va a seguir trabajando en función de los intereses del país y que, todos los que viene a pasar por aquí a ver si tienen algo de prensa para salir del anonimato son aves de paso», dijo Mauricio Mulder.
Esto ocurrió mientras el ex presidente Alan García estaba presente en la Comisión Lava Jato para responder sobre su participación en las licitaciones del tren eléctrico y el gasoducto sur a favor de las firma brasileña Odebrecht.
Fuente: El Comercio