Ante la crisis de incendios forestales que se vive en diversas regiones y que son causados casi en su totalidad por la mano del hombre es necesario iniciar un trabajo a largo plazo que comprenda desde la currícula escolar para enseñar a los estudiantes los peligros que generan los incendios y el manejo que se debe realizar para evitar tragedias que afectan el medio ambiente y por ende la flora y fauna del Perú. Así lo afirmó Deyvis Huamán Mendoza, director de Gestión de las Áreas Protegidas del (Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado).
Indicó que la situación es bastante grave porque se afectan áreas cuya recuperación puede demandar hasta 30 años además del perjuicio al ecosistema de las zonas afectadas, por la pérdida fauna como insectos o animales que tienen que migrar o mueren ante el fuego además de la vegetación donde hay pinos, eucaliptos entre otros.
El funcionario dijo que de las 77 áreas protegidas bajo la jurisdicción del Sernanp, 15 han sido afectadas por incendios forestales donde los más graves han ocurrido en el Parque Nacional Huascarán (región Áncash) y en el Parque Nacional de Cerros de Amotape (región Tumbes).
Precisó que en el primer caso se han afectado 300 hectáreas en tanto en el segundo 350 hectáreas.
Agregó, también, que han ocurrido incendios en la Reserva Nacional Pacaya Samiria (Loreto), en el bosque de protección del Alto Mayo (región San Martín) y el Santuario Histórico de Machu Picchu (Cusco).
Huamán Mendoza expresó que existe una gran preocupación porque los incendios ocurridos ya han cobrado vidas y que, ante ello desde el Ministerio del Ambiente, se realizan todos los esfuerzos para enfrentar los siniestros rurales y, sobre todo, proteger las vidas de las personas.
Entre las especies afectadas en las zonas altoandinas son aves de diversas especies en tanto en la selva también se afectan aves, monos, sachavacas, sajinos, entre otros. El representante del Sernanp dijo que, además de las prácticas ancestrales, la situación se agrava con las alta temperaturas, las sequías, ante la falta de lluvias y los vientos.