Con una Solemne Misa y Te Deum en la Basílica Catedral de Piura fue celebrado hoy el 197° Aniversario de la Independencia del Perú, ceremonia eucarística que fue presidida por Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura, y que contó con la participación de distinguidas autoridades políticas, civiles y militares de nuestra Región.
Redacción
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En esta celebración por el aniversario Patrio Peruano, uno de los momentos más vibrantes fue la entonación del himno de la Iglesia llamado Te Deum, el mismo que fue cantado por primera vez al día siguiente de proclamarse la Independencia Nacional el 29 de julio de 1821. Posteriormente, la concurrencia cantó con el mismo entusiasmo y fuerte voz el Himno Nacional.
“El Perú es más grande que sus problemas”
Los recientes y condenables actos de corrupción descubiertos en el sistema de justicia peruano no deben conducirnos a caer en desesperanza ni perder la alegría de celebrar estas Fiestas Patrias. Como solía afirmar don Jorge Basadre, “el Perú es más grande que sus problemas”, puede ser cruel pero también es dulce. Por ello es importante celebrar las Fiestas Patrias y en ella hacer memoria de nuestros santos, próceres y héroes, para así renovar nuestro compromiso con el Perú y con las posibilidades intactas que tiene nuestro país de ser una Nación grande donde brille la justicia y la fraternidad.
Afrontemos con unidad y esperanza los grandes desafíos del Perú
Durante las pasadas semanas, y a raíz de la participación de nuestra selección en Rusia 2018, los peruanos vivimos momentos de unidad y entendimiento, de aliento y de apoyo, donde nos pusimos en el pecho y en el corazón una sola camiseta: la del Perú. Asimismo cambiamos la pesimista expresión, “a este país no lo cambia nadie”, por el “Arriba Perú” y el “Sí se puede”. Jorge Valdano, campeón del mundo con Argentina en el Mundial de México 86, afirma con certeza: “El futbol es lo más importante de las cosas que menos importan”.
Si el fútbol produjo tantas cosas buenas en los peruanos y en favor del país, lo mismo o más deberían producir desafíos más importantes y decisivos para el Perú como son el trabajo por el bien común, la lucha por la justicia social, la ansiada y esperada reconstrucción de Piura, el buscar una educación de excelencia, el asegurar un servicio de salud de calidad para todos especialmente para los más pobres, los niños y los ancianos, el fortalecimiento de la familia y el matrimonio entre un varón y una mujer, la lucha contra la corrupción y la inseguridad ciudadana, el trabajar por lograr empleos dignos para todos con seguridad social, el cuidado del medio ambiente, el fortalecimiento del proceso de descentralización.
El Perú se está envejeciendo
Estadísticamente un país envejece cuando el 8,8% de su población es mayor de 60 años. Según el INEI el 11,9% de la población actual del Perú tiene más de esa edad. Es decir, en cuanto a demografía, el Perú ya no es más un país “joven”, sino un país “envejecido”. Hay que dejar atrás prejuicios y mitos. La verdadera riqueza de un país, su verdadero capital, es su población, necesaria para salir de la pobreza, pues sin gente no se pueden generar los recursos que necesitamos; y necesaria para preservar la propia cultura, es decir nuestra identidad, nuestra peruanidad, aquello que nos distingue y sella, y que está conformado por aquellos elementos esenciales y constitutivos del Perú, síntesis viviente de nuestras herencias indígena, hispánica y africana, cuya fuerza aglutinante es nuestra fe cristiana, que es como el alma de nuestra peruanidad.
Este “envejecimiento del Perú” es fruto de decenas de años de políticas contraceptivas artificiales contrarias al orden moral natural y divino. La causa de la pobreza no se debe al aumento de la población sino a la falta de desarrollo integral y a una lucha más decidida contra el terrible flagelo de la corrupción.
De cara a las próximas elecciones regionales y municipales
La ocasión que nos reúne es también propicia para dirigir unas palabras en torno a las próximas elecciones regionales y municipales, a realizarse en menos de tres meses. Al respecto quiero reiterar lo que dije al comienzo de este año en mi homilía con ocasión de la celebración del “Grito Libertario de Piura”: “Hago un llamado para que la campaña de este año se realice con altura, sin insultos, recriminaciones, agresiones y menos aún con violencia.
El Bicentenario de la Independencia está a la vista
Finalmente estamos a tres escasos años de la celebración del Bicentenario. Esta jubilosa celebración debe animarnos a definir y perseguir grandes objetivos nacionales con fuertes consensos entre todos los peruanos, los cuales no pueden ser construidos a partir de los residuos ideológicos del pasado, que ya han demostrado sus fracasos y miserias, sus desembocaduras antihumanas, ni tampoco sobre la difusión de los ímpetus nihilistas y hedonistas de las decadentes sociedades del consumo y del espectáculo.