La Policía Civil del Distrito Federal concluyó la investigación y determinó que Rosana Auri da Silva Cândido, en asociación con su pareja Kacyla Pryscila Santiago Damasceno Pessoa, torturó, castró, acuchilló, decapitó y descuartizó a su menor hijo de 9 años, presuntamente por haber rechazado vestirse de mujer.
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El crimen ocurrió el 31 de mayo pasado en Brasilia. Las dos mujeres intentaron quemar las partes del cuerpo del niño en una parrilla, para que la piel se desprendiera de los huesos y así no fuera identificado. Sin embargo, no llegaron a quemarlas por completo, por lo que colocaron las partes en dos mochilas escolares y una maleta de viaje, que la madre intentó esconder en un alcantarillado.
Según el delegado adjunto de la investigación, Guillermo Melo, quien coordinó el caso, la «forma de ejecución del niño fue muy cruel».
La pareja ahora deberá responder por los cargos de homicidio calificado, tortura, ocultación de cadáver, lesión corporal gravísima y fraude procesal, porque intentaron limpiar el lugar donde el niño fue asesinado. Si se suman, las penas, estas pueden llegar a 57 años de prisión para cada una.
«Rhuan Maycon tenía 11 cuchilladas, siendo que dos alcanzaron el corazón», afirmó Melo. La causa de la muerte fue comprobada por un laudo del Instituto Médico Legal, informa G1.
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Según la policía, las dos mujeres tuvieron participación activa en el crimen. «Los golpes de cuchillo fueron deferidos por la madre del niño, mientras que Kacyla lo agarraba», informaron.
Las dos detenidas están presas desde hace 11 días en el ala femenina del Complejo Penitenciario de Papuda. Ellas están aisladas, en celdas separadas, sin contacto con otras detenidas.
La hija de Kacyla, una niña de ocho años, se encuentra en un refugio bajo la protección del Consejo Tutelar. El delegado Guillermo Melo informó que Rosana y Kacyla son naturales de Río Branco, en Acre, y huyeron de allí con los niños, hace cinco años, después de que perdieran la custodia de estos.
Fuente: El Comercio