En una operación conjunta entre las autoridades peruanas y el personal de justicia de los Estados Unidos, se desmanteló una red de pornografía infantil que operaba desde la provincia de Talara, en la región Piura. El operativo culminó con el arresto de José Francisco Crisanto Cruz, quien almacenaba y comercializaba más de 10 mil videos de contenido sexual explícito protagonizados por menores de edad.
La investigación internacional que llevó a la captura de José Francisco Crisanto Cruz se inició en 2018, cuando las autoridades detectaron el intercambio de videos de pornografía infantil. Posteriormente, en 2022, se identificó una cuenta de Instagram con el nombre de usuario @crisanto_josé, en la que se exhibía un video de abuso sexual a una menor de edad. Mediante geolocalización, se determinó que estos videos provenían de Perú, lo que condujo a la detención de Crisanto Cruz.
Durante el allanamiento en la vivienda del acusado, ubicada en la Mz A1-10 del asentamiento San Pedro, las autoridades incautaron una impactante cantidad de pruebas. Más de 10 mil videos de pornografía infantil fueron hallados en celulares, dispositivos USB y CDs, todos ellos meticulosamente incautados y lacrados para su posterior análisis y presentación en cadena de custodia.
El coronel PNP Huamán, a cargo de la operación, reveló que el detenido utilizaba cuentas de redes sociales como @crisanto_josé en Instagram, así como las cuentas de Facebook «José Crisanto» y «Francis Crisanto» para compartir y comercializar los vídeos ilícitos.
Aún con las abrumadoras pruebas en su contra, José Francisco Crisanto Cruz optó en numerosas ocasiones por mantenerse en silencio durante la diligencia, negando en otros momentos los hechos y argumentando que los videos eran simplemente «fotografías familiares». Sin embargo, las evidencias halladas son contundentes.
El coronel Huamán también informó que el detenido abusaba sexualmente de sus tres menores sobrinas, una de las cuales es la víctima que aparece en uno de los videos encontrados en las páginas de pornografía infantil. «Este sujeto execrable niega en todo momento, quiere pasar inadvertido», declaró el coronel.
José Francisco Crisanto Cruz enfrenta ahora cargos por producción, distribución y posesión de pornografía infantil, así como por abuso sexual de menores. Las autoridades peruanas han manifestado su firme compromiso de llevar a este individuo ante la justicia y garantizar que sea castigado conforme a la ley. Este caso sirve como un escalofriante recordatorio de la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra la trata de personas y los delitos sexuales.