Hoy 1 de noviembre, es el «Día de Todos los Santos», fecha a la que tradicionalmente se le conoce como «Día de los Muertos».
En esta fecha, se recuerda a todos los seres queridos que han fallecido. Fue instaurada por la Iglesia Católica y se remonta hace más de 1280 años, a raíz de la Gran Persecución de Diocleciano, a principios del siglo IV. Eran tantos los mártires causados por el poder romano, que la Iglesia señaló un día común para todos ellos, fueran conocidos o desconocidos.
El impulsor de esta medida fue el papa Gregorio III, que durante su tiempo de pontificado (731-741) consagró una capilla en la Basílica de San Pedro en honor de todos los Santos, y fijó su aniversario para el 1 de noviembre.
Más tarde, situándonos ya a mediados del siglo IX, el papa Gregorio IV (827 a 844) extendió la celebración a toda la Iglesia. De esta forma, todos los santos tienen un día del calendario para ser venerados.
Se cree que las almas de los niños regresan de visita el día primero de noviembre, y que las almas de los adultos regresan el día 2.
En muchas regiones de nuestro país, es costumbre la visita masiva a los camposantos para «coronar» con arreglos florales las tumbas de los seres queridos y por la noche, algunas personas mantienen como tradición las velaciones, que consiste en permanecer en vigilia de oración a la luz de las velas hasta el amanecer o quizás por unas horas para rogar por la salvación del alma de un familiar o amigo.