La diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad que, en el Perú, se presenta en alrededor de 1,158 niños y adolescentes. Esta condición impide que el páncreas produzca insulina y requiere el uso permanente de insulina inyectable para asegurar un control adecuado de la glucosa en sangre.
El Dr. Segundo Seclén, presidente de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) y director del programa Changing Diabetes in Children en el Perú, resalta que, pese a que la enfermedad representa un alto riesgo de mortalidad infantil, aún existe desconocimiento sobre ella, lo que dificulta el diagnóstico y tratamiento oportunos.
“Los mitos y conceptos erróneos alrededor de la diabetes tipo 1, a menudo confundida con el tipo 2, dificultan que los pacientes y sus cuidadores acudan de manera oportuna a especialistas. Esto puede incluso llevar a que no sepan a qué profesionales recurrir, lo que pone en riesgo la salud de los menores de edad. Por ello es vital que la población conozca sobre la enfermedad y su control, basándose en conocimiento científico verificado”, alertó.
En el mes de la diabetes, el especialista destaca los mitos más recurrentes que deben ser conocidos por la población, para asegurar una mejor comprensión de la diabetes tipo 1 y reforzar la importancia de su identificación y diagnóstico:
- “Se origina por comer dulces o azúcar en exceso”. Falso. Esta enfermedad se presenta por factores aún desconocidos, pero se relaciona con factores genéticos que propician su desarrollo en niños y adolescentes. La cantidad de azúcar que consume una persona no tiene relación con su aparición.
- “Requiere de una alimentación difícil de llevar”. Falso. Los pacientes llevan una alimentación balanceada y saludable, esencial para cuidar las cantidades y porciones de alimentos, en función de la cantidad de insulina que necesitan.
- “No se puede hacer ejercicio”. Falso. Esta es una actividad muy importante en el tratamiento de un paciente con diabetes tipo 1, ya que es importante mantenerse activo, pues el ejercicio ayuda a mantener el rango adecuado de los niveles de glucosa en el paciente.
- “Se cura con la edad”. Falso. Al ser una condición crónica y con una carga genética, su duración cursa todas las etapas de vida y solo un buen control de la glucosa con insulina, garantiza su esperanza de vida. Existen pacientes que logran controlar su enfermedad hasta la tercera edad.
- “La insulina provoca complicaciones”. Falso. Complicaciones como insuficiencia renal o ceguera son consecuencia de un descontrol prolongado de los niveles de glucosa que afecta diversos órganos del cuerpo, e incluso aumenta hasta cinco veces el riesgo de mortalidad. La insulina, por el contrario, controla la glucosa en sangre y asegura el tratamiento y cuidado adecuados.
El Dr. Seclén también resalta “la necesidad de reforzar la educación médica y mejorar las políticas públicas de salud para contar con personal de salud preparado en identificar esta condición; así mismo, contar con medicamentos y tecnología para la atención de los pacientes es fundamental para brindar calidad de vida a ellos”, finalizó.