Los familiares de los siete policías asesinados por narcoterroristas en el Vraem exigieron justicia para sus deudos y que se encuentre a los responsables de la emboscada del último 11 de febrero.
La hermana del suboficial Luis Cerrón Palacios pidió que el caso no se quede en el olvido y poner mano dura contra quienes perpetraron este crimen. Asimismo, solicitaron apoyo para llevar los restos de su familiar a su natural Chupaca (Junín).
“A donde la institución los mandaba, ellos iban a servir de corazón. Yo vine de afuera del país no a pasear, sino a enterrar a mi hermano”, declaró.
A tres días del horrendo crimen, en la sede de la Diroes se realizó este lunes una ceremonia póstuma en la que se rindió honores a los siete policías abatidos.
“Mi papá ya había cumplido sus 30 años de servicio, pero él había dicho que esa sería su última comisión. Supongo que quería despedirse así, porque él siempre paraba de viaje en viaje. Más que triste, me siento orgulloso”, declaró el hijo mayor del suboficial técnico de primera Alfredo Loayza Carbajal.
Por su parte, la tía del suboficial de tercera Lorenzo Villegas Corahua —el más joven de los fallecidos— relató que le faltaban dos meses para regresar del Vraem. Pidió también apoyo para movilizar los restos de su familiar.