La escasez de fertilizantes que se vive a escala mundial por la coyuntura de la guerra entre Rusia y Ucrania, así como por el alza de alimentos, como el trigo con alzas de alrededor de 50 % desde inicios de año, está trayendo graves consecuencias al sistema alimentario en el mundo.
Debido a ello el Programa de Fondo Ambiental del Perú (Profonanpe) viene impulsado la asistencia técnica la promoción y elaboración de fertilizantes orgánicos usando los residuos de la pesca y acuicultura como principal materia prima.
LEER MÁS >>> Por cuarta vez: Midagri inició nuevo proceso internacional para adquirir 44 mil toneladas de urea
Especies como trucha, macroalgas, residuos del procesamiento del pescado, biofouling (uso de microorganismos que se acumulan en sistemas de cultivo de la concha de abanico), entre otros, son los insumos principales para que, a través de procesos innovadores, se puedan producir biofertilizantes de alto rendimiento para la agricultura, a la vez que se contribuye a solucionar problemas ambientales como la contaminación, al darle un segundo uso a los residuos de la pesca.
Los sobrantes de estos animales (cabezas, colas, huesos, etc.) pueden aprovecharse para elaborar fertilizantes caseros que, una vez agregados a la tierra en combinación con otros compuestos naturales, ayudarán a aumentar la población y actividad de microorganismos benéficos.
Este tipo de abono puede prepararse como harina o como emulsión de pescado.
La harina de pescado se hace con pescado seco triturado. Es rica en nitrógeno, contiene alrededor de un 7 por ciento de ácido fosfórico y muchos microelementos. Es considerado un gran activador del compost.
Se aplica a la tierra como un abono de cobertura relativamente rápido. Es preciso asegurarse de mezclarlo bien con la tierra o cubrirlo con mulch después de esparcirlo, y debe guardarse en un contenedor hermético para que no atraiga a gatos, perros o insectos.
La emulsión de pescado, por su parte, es un líquido soluble barato, rico en nitrógeno orgánico, microelementos y tiene algo de fósforo y potasio, aunque en menor medida que la harina. Este fertilizante orgánico tiene la ventaja de que puede disolverse en agua y pulverizarse como abono foliar.
Ya sea que se trate de harina o emulsión de pescado, su principal desventaja es su olor, por lo que se recomienda utilizarlo exclusivamente en plantas ubicadas en el exterior de la vivienda.
La harina de pescado se hace con pescado seco triturado. Es rica en nitrógeno, contiene alrededor de un 7 por ciento de ácido fosfórico y muchos microelementos. Es considerado un gran activador del compost.
Se aplica a la tierra como un abono de cobertura relativamente rápido. Es preciso asegurarse de mezclarlo bien con la tierra o cubrirlo con mulch después de esparcirlo, y debe guardarse en un contenedor hermético para que no atraiga a gatos, perros o insectos.
La emulsión de pescado, por su parte, es un líquido soluble barato, rico en nitrógeno orgánico, microelementos y tiene algo de fósforo y potasio, aunque en menor medida que la harina. Este fertilizante orgánico tiene la ventaja de que puede disolverse en agua y pulverizarse como abono foliar.
Ya sea que se trate de harina o emulsión de pescado, su principal desventaja es su olor, por lo que se recomienda utilizarlo exclusivamente en plantas ubicadas en el exterior de la vivienda.
El siguiente paso consistirá en cubrir el contenido del balde con 300 gramos de melaza o miel de caña para luego colocar la tapa y cerrar todo firmemente.
Las hojas secas o el aserrín se encargarán de airear los restos del pescado y de acelerar el proceso de descomposición, mientras que la melaza aumentará la actividad de las bacterias, al mismo tiempo que ayudará a controlar el olor a pescado podrido.
Una vez que el balde ha quedado bien cerrado, es conveniente agitarlo rápidamente para mezclar todo su contenido, siendo necesario repetir la operación una vez al día.
Fertilizante de emulsión de pescado: Últimos pasos de su elaboración
El contenedor se debe guardar en un sitio cálido donde no reciba luz directa del sol por al menos dos semanas. Además de sacudirlo diariamente, también se necesitará abrirlo con la misma frecuencia, a fin de liberar el gas acumulado en su interior.
Pasadas las dos semanas, se puede diluir alrededor de un litro de la emulsión de pescado obtenida en 3,7 litros de agua, para luego proceder a fertilizar las plantas usando una regadera manual o un pulverizador (si se lo utiliza como abono foliar).
@profonanpe Los desechos de pescado como alternativa para la agricultura. 🐟✨ #sostenibilidad #pescado #Huacho #agricultura #AprendeEnTikTok #RAP #Profonanpe #Peru #biofertilizantes ♬ Stories 2 – Danilo Stankovic