El crecimiento económico ha sido favorable para financiar programas sociales destinados a reducir la pobreza y la pobreza extrema, mejorar la alimentación de los escolares de escasos recursos y proveer de asistencia médica a los más necesitados, entre otros objetivos primordiales. En 2008, el Estado gastó 1.414 millones de soles para dichos fines. Y se ha previsto un presupuesto 6 veces mayor: 6 mil 820 millones de soles, según un análisis de datos oficiales.
Sin embargo, a pesar del extraordinario incremento de recursos públicos, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha informado que en el último año el número de pobres aumentó y alcanza los 6 millones 906 mil 249 personas. El 21,7 por ciento de peruanos.
Como puede comprobarse con el cuadro adjunto elaborado sobre la base de los reportes del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), dinero no ha faltado para satisfacer las iniciativas sociales de los gobiernos de Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, entre 2008 y 2018. De hecho, se crearon varios programas más y sus respectivos presupuestos aumentaron espectacularmente.
| LEER MÁS >>> INEI: 375 mil peruanos pasaron a la pobreza en el 2017
El Sistema Integral de Salud (SIS), diseñado para proveer de seguro médico a las poblaciones más vulnerables, gastó en 2008 más de 114 millones de soles. Ahora, para 2018, cuenta con un presupuesto de 2 mil 278 millones de soles.
Qali Warma, que distribuye desayunos y almuerzos a escolares en todo el país, arrancó en 2012 con más de 1.038 millones de soles, y para 2018 tiene proyectado gastar 1.600 millones de soles.
En 2012 también comenzaron los programas Juntos y Pensión 65, con 724 millones y 227 millones de soles, respectivamente. En 2018 gastarán 973 millones y 863 millones de soles cada uno.
¿Qué está fallando?
Si en la última década se ampliaron los programas sociales, aumentaron sus coberturas de población y se elevaron considerablemente sus presupuestos, ¿por qué el último año el número de pobres subió en lugar de bajar? Estudios de organismos públicos y entidades privadas coinciden en señalar tres probables factores: por un problema técnico de focalización, los recursos no llegan a las poblaciones que los necesitan; la fiscalización y seguimiento del destino de los fondos es muy débil o inexistente; y la combinación de una gestión deficiente y episodios de corrupción afectan la eficacia de los programas.
| LEER MÁS >>> [GALERÍA] Damnificados del Niño Costero viven en medio de la pobreza
Reiterados informes del Ministerio de Economía y Finanzas y de la Contraloría General de la República han advertido la necesidad de reformular los programas sociales porque, si bien han aumentado sus presupuestos, el impacto no es apreciable. Lo que acaba de informar el INEI sobre el aumento de la pobreza podría ser una consecuencia de lo que alertaron el MEF y la Contraloría.
Si no hay corrección en los diseños de los programas sociales, literalmente se tirarán al agua miles de millones de soles, y la pobreza y la extrema pobreza no podrán ser reducidas a menos del 20 por ciento población, como ahora calcula el gobierno de Martín Vizcarra para 2021.
Hace poco más de un año, el 8 de enero del 2017, la cadena inglesa BBC publicó un llamativo reportaje: “Cómo Perú deslumbró al mundo al reducir más de 50 por ciento de la pobreza en 10 años”. Destacó que nuestro país en una década “redujo en más de 50 por ciento el índice de pobreza, que pasó de afectar del 55 por ciento al 22 por ciento de la población”. De ser correctas las cifras, entonces los fondos destinados a reducir la pobreza deberían ser reajustados. Pero no es así. Aumentan.
| LEER MÁS >>> Combatir la tuberculosis permitirá reducir la pobreza en el Perú
Por ejemplo, el Programa del Vaso de Leche (PVL), que es una transferencia anual del MEF a los municipios provinciales y distritales de todo el país para asistir a niños de 0 a 6 años, madres gestantes y las que se encuentran en periodo de lactancia, y viven en pobreza y pobreza extrema, sigue siendo el mismo monto desde hace más de una década, como si la cantidad de pobres y extremadamente pobres se hubiera congelado en el tiempo. En efecto, del 2008 al 2017 el MEF transfirió 363 millones de soles cada año, y en 2018 hará lo mismo.
Los que más ganan
¿A quiénes favorece que el presupuesto del PVL no se haya modificado en más de una década? Evidentemente, a las 6 empresas proveedoras que acaparan la venta del 50 por ciento de insumos para la elaboración de la leche que se distribuye a los niños y madres pobres y a las más pobres. De acuerdo con reportes de la Contraloría, estas empresas son NIISA Corporation, Soluciones Alimenticias, Deprodeca, Fopuscas Trading y Agroindustria Santa María.
Lo más sorprendente es que estas compañías, a su vez, compran leche evaporada en tarro de la marca Gloria. Siete de cada 10 latas de leche que se destinan al PVL son de Gloria. Es obvio quiénes ganan más con presupuestos de programas sociales como el PVL que se mantienen inalterables, de espaldas a la realidad.
| LEER MÁS >>> Adex: pobreza se reducirá en 5,5% al 2021
Otro tanto ocurre con el programa de comedores populares, que en 2008 recibió 128 millones de soles y desde esa fecha hasta la actualidad prácticamente sigue siendo el mismo presupuesto, como si el índice de pobreza no hubiera cambiado.
En 2007 y 2016, el SIS protagonizó escándalos de corrupción en los gobiernos de Alan García y Pedro Pablo Kuczynski. En el primer caso, en el contexto del terremoto que asoló el sur, se destinaron fondos para ayudar a los damnificados con raciones de emergencia, pero se favoreció a una empresa fantasma. Y en el segundo, un asesor de PPK fue sorprendido negociando la transferencia de recursos del SIS favoreciendo a intereses particulares.
En ambos casos se habló de la reestructuración del programa social, e incluso se especuló de la reestructuración del mismo. No pasó ni uno ni lo otro, más bien se dirigió más fondos públicos al SIS luego de los escándalos de corrupción. En 2008 recibió 114 millones y en 2018, la impresionante cifra de 2 mil 278 millones de soles.
| LEER MÁS >>> MPP otorgará 160 becas a jóvenes de extrema pobreza
Numerosos estudios concuerdan en que no es suficiente destinar fondos a los programas sociales y que tanto o más importante es fiscalizar el gasto para garantizar su impacto. Mientras no exista decisión política para hacerlo, será difícil reducir la pobreza y la desigualdad social. No se trata de dinero sino de eficacia en la gestión.
Fuente: La República