Productos como quinua, habas, maíz, kiwicha, maca, papas nativas, kañiwa, tarwi y todo tipo de menestras, que pueden ser acompañadas con raciones moderadas de carne, verduras y frutas, ya que son una excelente opción de nutrientes y vitaminas.
Redacción
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El nutricionista de EsSalud, Marco Taboada, subrayó que es importante que las madres sepan que, a partir de los seis meses de edad, sus pequeños pueden alimentarse con granos andinos y que, con ello, estarán más sanos y fuertes.
La mayoría de madres en el Perú piensan que los bebés, en sus primeros meses de vida, deben consumir solo alimentos basados en papillas y mazamorras, en lugar de optar por los granos andinos, que son claves para la formación y desarrollo de los bebés luego de su nacimiento.
Detalló que estos alimentos concentran una gran cantidad de proteínas, que podrían remplazar a las carnes. Además, sostuvo, son ricas en fibra, ayudando al sistema digestivo a combatir el estreñimiento y fortalecer el sistema inmunológico del infante.
“No nos limitemos. Las papillas y mazamorras podrían ser un complemento, pero la base de la alimentación son los granos andinos, los cuales nos permitirán formar niños más sanos y resistentes a cualquier tipo de enfermedades”, puntualizó el especialista.
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Dijo que existen malos hábitos de madres, que, por ignorancia o falta de tiempo, predisponen a sus hijos a posibles enfermedades, como la anemia y la desnutrición crónica, al cocinar alimentos ligeros y darles cantidad y no calidad.
Es así que, más del 40% de niños y niñas menores de tres años padecen de anemia y/o desnutrición crónica en nuestro país. Ambas enfermedades son adquiridas, por lo general, por una mala alimentación en etapas claves como la infancia.
En otro momento, aclaró que la anemia y la desnutrición infantil son enfermedades que se pueden atribuir a la mala alimentación. Sin embargo, precisó que la desnutrición se produce por una falta de ingesta de energía total, mientras que la anemia es un indicador de la deficiencia de hierro en el organismo.
A ello se suma toda una conceptualización de carácter racista y clasista. Las personas no consumen granos y productos andinos porque no quieren ser parte de un grupo donde ellos consideran que serán discriminados.
Advirtió que, según estudios realizados, cerca del 40% de tipos de cáncer son atribuidos a una mala alimentación, ya sea por exceso, cuando tenemos sobrepeso u obesidad, o por deficiencia, porque no estamos alimentándonos bien en un micronutriente.
“Es importante recordar que nuestros antepasados, los incas, nos dejaron un gran legado gastronómico, basado en granos andinos y variedades gastronómicas. Hay que saberlos aprovechar”, finalizó.
Fuente: Correo