Se puede sembrar o proteger algarrobos en parques o espacios abiertos, pero de ninguna manera en calles o avenidas, donde debe haber especies forestales que no pongan en peligro la vida de las personas y la propiedad pública y privada, informó el sub gerente de Recursos Naturales del Gobierno Regional Piura, Vicente Merino Merino.
En ingeniero indica que la sustitución de árboles en ciudades como Piura, donde el algarrobo crece y se desarrolla en cualquier lugar porque encuentra agua disponible por la napa freática alta, debe conllevar a la siembra de especies alternas como el nin, almendro, acacias, entre otros.
Explica que el algarrobo en la ciudad crece rápidamente, porque al encontrar agua las raíces no se profundizan y se desarrollan horizontalmente, sin estabilidad generando su fácil caída en época de lluvia, contrario a lo que ocurre en el campo debido a que sus raíces pivotantes se profundizan hasta encontrar humedad, se sostienen y soportan años de sequía.
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El funcionario señala que el trabajo que se realiza a través del programa Norbosque, tiene como objetivo la conservación del patrimonio forestal regional, y otro es el Sistema Regional de Conservación de Áreas Naturales – SRCAN, que implica la conservación los ecosistemas como los bosques secos.
Reforestación
En cuanto a la reforestación, actividad destinada a sembrar donde ha existido cobertura vegetal y afectada por diversas razones, se trabaja mediante la reinserción de especies nativas procedentes del vivero Macacará en Paita, lugar donde se trabaja en la recuperación y conservación del germoplasma.
Se instalarán plantones de palo santo, guayacan, porotillo, colo colo y otros mediante la modalidad de raíz desnuda y serán llevadas a espacios como la Comunidad Nacho Távara, donde hay tres parcelas pilotos de conservar y recuperar el germoplasma.
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“Con el apoyo de los viveros forestales de Piura, Canchaque, Sondor, San Miguel de El Faique y Ayabaca se realiza estas actividades. Asimismo, en la parte alta de Huancabamba se trabaja en la recuperación del bosque con especies nativas y otras del vivero forestal regional de Cajamarca” señala el ingeniero.
“La reforestación no la promovemos en el bosque seco, porque no hay agua, pero si en las cabeceras de cuencas media del Piura y Chira y alta de Huancabamba donde si hay agua, buscamos la recuperación de la cobertura vegetal como es el caso del Chira, Locuto y otros lugares donde se ha reforestado 1,500 hectáreas”, agregó.
Además, destaca el aporte del Proyecto Binacional Agua sin Fronteras que, mediante la producción de plantones en los viveros instalados en Ayabaca, Suyo, Sicchez y Jilili, hacen posible la reforestación de las vertientes en la zona de intervención. Son aproximadamente un millón de especies producidas de diversa variedad.
Merino resalta el trabajo con las comunidades en la Protección de la Regeneración Natural mediante la conservación y cuidado de las especies forestales producto de las lluvias.
“Se les cerca con materiales de la zona para evitar sean dañadas por los animales y se les cuida hasta un determinado tamaño de crecimiento. Aquí se conservan 1.200 hectáreas” refiere el funcionario.
La forestación, es sinónimo de arborización, esta actividad es propia de la zona urbana. En tal sentido, promovemos la campaña «Adopta un Árbol», que ha permitido dar en custodia 30.000 plantones en distintas partes de la región. La zona urbana es para áreas verdes, jardines y plantas ornamentales independientemente de las especies, concluyó.