La desaparición de Sheyla Mayumi Cóndor Torres, de 26 años, culminó trágicamente la noche del sábado 16 de noviembre. Su cuerpo fue hallado descuartizado dentro de una maleta en la torre E11 del condominio Torres de la Pradera, ubicado en Comas, Lima. Este macabro hallazgo ha generado gran consternación en todo el país.
Según las primeras investigaciones, Sheyla fue vista por última vez el miércoles 13 de noviembre, cuando ingresó al edificio acompañada de Darwin Condori Antezana, un policía en actividad, señalado ahora como el principal sospechoso del crimen. “Confiamos en que la Policía y el Ministerio Público esclarezcan los hechos y sancionen a los responsables”, expresó su tío en declaraciones a la prensa.
Tras el hallazgo, las autoridades detuvieron a seis personas, cinco hombres y una mujer, quienes permanecen bajo custodia en la comisaría de Santa Luzmila para determinar su grado de implicación en este horrendo caso. Mientras tanto, peritos de criminalística y representantes del Ministerio Público trabajan en la recopilación de pruebas en el lugar del crimen.
El papel de la familia de la víctima fue clave en el hallazgo. Utilizando el GPS del celular de Sheyla y revisando conversaciones de WhatsApp, lograron rastrear su última ubicación. Sin embargo, según denunció su tía, “la comisaría de Santa Luzmila se negó inicialmente a recibir la denuncia porque Sheyla vivía en Santa Anita”. Este hecho ha desatado críticas hacia la actuación de las autoridades.
Este no es el primer incidente violento reportado en Torres de la Pradera. Hace menos de cinco días, un mototaxista fue asesinado a balazos en el mismo condominio. Además, se ha revelado que Darwin Condori, actualmente prófugo, enfrenta antecedentes por un caso de violación ocurrido en enero de 2023. Las cámaras de seguridad del condominio captaron a Sheyla ingresando al edificio con él, un dato clave en la investigación.
«No descansaremos hasta obtener justicia para Sheyla”, declaró uno de sus familiares, enfatizando la necesidad de sanciones severas contra los responsables.
El trágico caso de Sheyla Cóndor ha puesto nuevamente en evidencia la creciente inseguridad que enfrentan las mujeres en el Perú. Organizaciones sociales y colectivos feministas exigen acciones inmediatas para prevenir la violencia de género. Los restos de la joven fueron trasladados a la morgue de Lima, mientras su familia y la sociedad en general demandan una investigación exhaustiva.