Cientos de habitantes de Hawái huían de sus viviendas, luego de la erupción del volcán Kilauea, que causó flujos de lava, nubes de cenizas rosadas y emanaciones tóxicas.
La proximidad de casas a los pies del volcán generó una fuerte movilización de las autoridades locales, bajo la dirección del gobernador de Hawái, David Ige, quien decretó el estado de emergencia para poder movilizar a todos los servicios y fondos de urgencia del Estado vinculados a catástrofes naturales.
Imágenes de medios locales mostraban corrientes de lava que serpenteaban a través de los bosques, en tanto la agencia de Protección Civil del archipiélago informaba sobre «emisiones de vapor y lava de una grieta en la subdivisión Leilani en el área de Mohala Street» seguidas de explosiones y ordenaba a todos los residentes abandonar el área afectada.
Unos 700 edificios y 1.700 personas están sujetos a evacuaciones obligatorias, indicó a la AFP Cindy McMillan, portavoz de Ige.
El gobernador movilizó a las tropas de la Guardia Nacional en el archipiélago y pidió a los habitantes que presten atención a las advertencias de la Defensa Civil.
«Por favor estén alertas y preparados para mantener a salvo a sus familias», escribió Ige en su cuenta de Twitter.
Autoridades del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), de la unidad del observatorio vulcanológico, vigilaban y evaluaban por medios terrestres y aéreos la magnitud de la erupción, que comenzó el jueves alrededor de las 16H45 locales (00H45 GMT) luego de las docenas de temblores que se registraron en los últimos días.
Un funcionario añadió que en la zona habitan unas 10 mil personas.
Fuente: Andina