El feminicidio de Kimberleit Tapia Ortiz, una joven enfermera de 28 años, ha conmocionado al país. Su cuerpo fue encontrado el martes 17 de septiembre cerca de una casa de campo en Cieneguilla, tras haber estado desaparecida por 10 días. La investigación tomó un giro decisivo cuando Joshua Huamán, su pareja, confesó el crimen, el mismo día que cumplían un mes de relación.
Según el diario Perú 21, Huamán se vio obligado a admitir su responsabilidad tras ser confrontado por las pruebas irrefutables recopiladas por los efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional del Perú (PNP). La Dirincri afirmó al mismo medio que “se trató de un feminicidio puro”, en el que el agresor planeó meticulosamente cada detalle.
Detalles macabros del crimen
Huamán, apodado ya como el ‘Monstruo de Cieneguilla’, reveló a los agentes de la PNP cómo planeó y ejecutó el asesinato. Según declaraciones de un perito a cargo del caso, quien conversó con Perú 21, Joshua actuó completamente solo. “El crimen lo cometió él solo, pues las otras tres personas cuyos nombres aparecen en el registro de portería del condominio nunca llegaron”, explicó el experto. En la vivienda alquilada en el condominio Las Bahías se encontraron rastros de sangre en varias áreas, como el dormitorio, el baño y la escalera.
El mismo día en que ambos cumplían un mes de relación, Huamán convenció a Kimberleit de pasar un fin de semana en una casa de campo. “Noté en ella su fragilidad, y, por eso, la convencí de pasar un fin de semana en una casa de campo en Cieneguilla”, confesó. Este detalle muestra la manipulación y frialdad con la que el agresor llevó a cabo su plan.
Un crimen atroz y premeditado
Los médicos forenses determinaron que Kimberleit murió a causa de una herida punzocortante en el cuello. Además, su cuerpo presentaba numerosas laceraciones, evidencia de que la joven trató de defenderse durante el ataque. Huamán no solo le quitó la vida, sino que después intentó ocultar su crimen. “Descuartizó el cuerpo y trató de deshacerse de los restos quemándolos detrás de la casa”, detallaron las autoridades. Sin embargo, fue un vecino de la zona quien encontró el cadáver parcialmente enterrado y dio aviso a la policía.
En un intento desesperado por justificar sus acciones, Huamán aseguró que estaba influenciado por una entidad maligna. Según declaraciones difundidas por Perú 21, afirmó que un ‘demonio’ le daba órdenes, lo cual ha generado aún más indignación entre la población y los familiares de la víctima.