La difusión de una grave denuncia en redes sociales por presunto abuso sexual a una joven mujer obligó a una academia de natación de Piura a emitir un comunicado. Por un lado, la denunciante que busca justicia desde marzo último, y por otro, el denunciado, un entrenador de natación que jura inocencia.
En marzo de este año, una mujer de 35 años denunció ante la Policía Nacional del Perú que fue abusada sexualmente presuntamente por el socio de la academia de natación JCE Nadadores.
Ella narró a Noticias Piura 3.0 que, tras inscribirse en esta academia de natación para realizar una rutina, se presentaron algunos problemas ante la falta de instructores.
«La primera clase soy muy honesta llegaba tarde como siempre, estaba cambiada al borde de la piscina y no sabía quien me iba a enseñar y le pregunto a una de las chicas que son sus hermanas (de Jesús Castillo) y me dijo que, déjame ver (…), en la segunda clase igual (…), para mí era incómodo porque se estaba pagando», sostuvo.
Tras hablar con una de las jóvenes que atendía en la academia, solicitando puntualidad y responsabilidad en las instrucciones de natación, le indicaron que «cualquier tema se conversaba con Jesús Castillo».
«Era viernes y le escribí, hola Jesús, (..) pero hay unos temas con la academia de los que me gustaría conversar contigo, como lo del profesor y los horarios; pero me dejó en visto, el día sábado le pedí que me dé una respuesta, pero no lo hizo y le dije que el día lunes no iba a asistir dado que no tengo un profesor asignado y no podía estar al borde de la piscina con más de 10 minutos esperando, y no me respondió nada», indicó.
La agraviada le indicó a Castillo que no asistiría a clases y que por su incomodidad procedería a ir a la comisaría. El acusado se comunicó con ella, vía telefónica y tras insistirle acudieron al restaurante Calixto, ya que la joven no había comido en todo el día e iba a aprovechar este momento para cenar y dar solución a su problemática.
Tras la cena y acordar algunas soluciones sobre las instrucciones de natación, Castillo le pidió saludar a unos alumnos de otra academia, que estaban ubicados en otra mesa y le insistió a la joven a quedarse un momento, quien primero se negó y tras la insistencia, aceptó.
«Él dijo hola y se sentó, y me acerqué por educación a saludarlos, pero me percaté que tenían una botella de alcohol, mientras yo saludaba, noté que é (Castillo) acomodaba dos sillas y me sirve un vaso con agua y hielo, y le dejé claro que no tomaba y me tenía que ir. Insistió que era solo agua y hielo, es donde me empecé a sentir rara y mareada y no tengo ningún recuerdo más ni de las caras de las personas», explicó.
Tras algunas horas de estar inconsciente, la joven intenta regresar a casa, sin embargo, en su estado, otra mujer intenta ayudarle, y la embarcan en un taxi, donde Castillo aprovechó para subirse. «En el taxi perdí la conciencia, no recuerdo el camino y me despierto al día siguiente a las 8 de la mañana aproximadamente en la habitación donde supuestamente él vive».
La joven al despertar se percató que desconocía el lugar, estaba desnuda y sentía temor de que su presunto agresor sexual atentara contra su vida, por lo que decidió seguirle la corriente hasta lograr salir del lugar y mantenerse a salvo.
Tras el impacto de lo sucedido, la joven permaneció en su pensión donde alquilaba hasta tomar las fuerzas necesarias para denunciar el hecho.
SE DEFIENDE
La joven pidió justicia a las autoridades y le brinden la celeridad que corresponde al caso.
Por su parte, el acusado Jesús Castillo informó que viene acatando el proceso y espera que este se archive.
“Pido se deje de manchar la imagen de la academia, por mis alumnos. He tenido algunos problemas en el pasado, sin embargo, éstos ya han sido archivados”, manifestó.
Castillo indicó que cuenta con pruebas y videos que esclarecen los hechos.