El papa Francisco pidió a todos los sacerdotes de la Iglesia Católica, desprenderse del egoísmo y ambiciones, para dar pase a la apertura a los sacramentos a los fieles de manera sencilla y sin costo alguno. Este mensaje fue tras la celebración de la Misa Crismal por Jueves Santo.
El sumo pontífice indicó que existe la necesidad que los miembros de la Iglesia recurran “la compunción y las lágrimas”, debido a que “quien se compunge de corazón se siente más hermano de todos los pecadores del mundo, sin un atisbo de superioridad o de aspereza de juicio, sino con el deseo de amar y reparar”.
“Queridos hermanos, a nosotros, sus Pastores, el Señor no nos pide juicios despectivos sobre los que no creen, sino amor y lágrimas por los que están alejados. Las situaciones difíciles que vemos y vivimos, la falta de fe, los sufrimientos que tocamos, al entrar en contacto con un corazón compungido, no suscitan la determinación en la polémica, sino la perseverancia en la misericordia”, dijo.
Asimismo, pidió a los sacerdotes “liberarnos de resistencias y recriminaciones, de egoísmos y ambiciones, de rigorismos e insatisfacciones, para encomendarnos e interceder ante Dios, encontrando en Él una paz que salva de cualquier tempestad. Adoremos, intercedamos y lloremos por los demás”.
A pesar de que hace unas semanas, el jefe de la Iglesia prefirió no leer homilías largas debido a un problema respiratorio, hoy no tuvo problema para dar una larga homilía por Jueves Santo.
El Papa presidirá el Vía Crucis del Viernes Santo, que se realizará frente al Coliseo Romano. Asimismo, el Sábado Santo celebrará la Vigilia Pascual mientras que el Domingo Santo, celebrará la Misa de Resurrección en la Plaza de San Pedro.