En el ‘Dia de Todos los Santos’ en nuestra región es tradicional visitar a los cementerios para venerar a sus familiares, amigos o conocidos que han fallecido, es una forma de mantenerlos vivos espiritualmente.
Recordemos el año pasado por el contexto de la pandemia, no se pudo realizar la respetiva tradición, pero estamos seguro esta costumbre no desaparecerá.
Este primero de noviembre es para recordar a los niños fallecidos, la costumbre que consiste en este día es repartir dulces conocidos ´Angelitos’ en buscan de bebes y niños para darle estos dulces que se combinan con miel.
Estos dulces son de colores y atractivos para los pequeños, principalmente son a base de harina, manteca, agua, camote y chancaca. Entre ellos encontramos las galletas, alfajores o pequeños pastelitos.
Según expertos comentan que este origen proviene tanto de las épocas prehispánicas y en este caso es de la cultura Tallán, esta cultura siempre veneraba a sus muertos. Además, consideraban que las almas partían al más allá, a la gloria. Pero con la llegada de los españoles se fue desarrollando este ritual y ahora se manifiesta en comida, bebida y entre otros.
De esta manera, la tradición tiene un significado muy importante para persona que reparte estos dulces, por eso buscan en medio de la gente a un niño que tenga que edad del pariente que perdió, es una forma de poder decirle “come por mi hijo, que en paz descanse”.
Mientras tanto, el segundo día de noviembre, Día de los Muertos, los pobladores velan a los adultos y suelen comer la “rosca de muerto”, un pan redondo con una cruz al centro.
Por: Meliza Troncos