Un nuevo derrame de petróleo ha sido confirmado por Petroperú en el Oleoducto Norperuano (ONP), específicamente en el kilómetro 12 del ramal norte, en el distrito de Pastaza, provincia de Datem del Marañón, región Loreto. El incidente fue reportado en la mañana del jueves 3 de octubre y ha comenzado a expandirse a lo largo de la cuenca del río Pastaza, generando preocupación entre las comunidades locales y autoridades ambientales.
Comunidades indígenas afectadas
Según la organización Amazon Frontlines, el derrame ya ha afectado a tres comunidades indígenas Andwa, cuyos habitantes ven comprometido su acceso al agua y a la alimentación. Estas comunidades dependen de los recursos naturales del río para su subsistencia, por lo que el impacto podría ser devastador si no se toman medidas inmediatas. La empresa estatal Petroperú activó su Plan de Contingencia para hacer frente a la situación y mitigar los daños, aunque los residentes locales exigen más acciones y respuestas rápidas.
Denuncias de falta de acción por parte de las autoridades
A pesar de los esfuerzos de contención, los comuneros de Nuevo Andoas han expresado su malestar, denunciando que ni el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ni Osinergmin se han hecho presentes en las áreas afectadas. Según los pobladores, aún no se ha proporcionado información clara sobre la magnitud del desastre. «No hay ninguna representación de OEFA en Andoas. Solo tenemos evidencia del daño: playas manchadas, campos afectados y paisajes arruinados», declaró Adán Sánchez, monitor ambiental de Nuevo Andoas, en un audio difundido por Puinamudt, una organización que defiende los derechos de las comunidades amazónicas.
Medidas implementadas por Petroperú
Petroperú ha desplegado personal especializado y equipos para controlar el derrame. Entre las primeras medidas adoptadas está el cierre de las válvulas en la zona afectada, con el fin de limitar el impacto ambiental y detener el flujo de petróleo. Además, la empresa informó a las autoridades competentes, como OEFA y Osinergmin, sobre el incidente para coordinar las acciones de limpieza y recuperación del área afectada.
OEFA y Osinergmin toman cartas en el asunto
El OEFA, adscrito al Ministerio del Ambiente, informó que ha iniciado una supervisión en el área afectada para determinar las causas del derrame, identificar a los responsables y evaluar los daños ambientales. Además, se verificará la implementación del Plan de Contingencia por parte de Petroperú, que incluye medidas de control, contención y limpieza del hidrocarburo.
Por su parte, Osinergmin ha comenzado a supervisar el cumplimiento de las normativas de seguridad y las acciones de contingencia llevadas a cabo por Petroperú. En caso de detectarse incumplimientos, se aplicarán las sanciones correspondientes, aseguraron las autoridades del organismo supervisor.
Historial de derrames en el Oleoducto Norperuano
Este nuevo incidente se suma a una larga lista de derrames de petróleo en el Oleoducto Norperuano, una infraestructura que ha estado en una parada programada desde febrero de 2020. A pesar de esta medida, los derrames siguen siendo una constante preocupación en la región. Un reciente informe titulado “Las sombras de los hidrocarburos” destacó que entre 2021 y 2023 se reportaron más de 460 emergencias relacionadas con derrames de petróleo en Perú, siendo la corrosión de los ductos y las fallas operativas las principales causas.
El Lote 192 (1AB), operado por diversas empresas a lo largo de los años, lidera la lista de áreas más afectadas, con 327 derrames registrados. Otros lotes también presentan altos números de incidentes, como el Lote 8 con 277 derrames y el Lote X con 189. En cuanto a empresas, Pluspetrol encabeza la lista con 394 derrames, seguida por Petroperú con 191 y Frontera Energy con 113.
Impacto en las comunidades y el medio ambiente
Este nuevo derrame plantea serias preocupaciones para las comunidades indígenas que dependen del río Pastaza para su sustento diario. Los daños ambientales derivados del petróleo pueden afectar la biodiversidad local, además de poner en riesgo la salud de los habitantes de la zona. Las organizaciones ambientales y los líderes indígenas han exigido una acción más rápida y eficaz por parte de las autoridades, así como mejoras urgentes en la infraestructura del Oleoducto Norperuano para evitar futuros incidentes.