Una muerte que sigue sin tener culpables. Una comunidad de artistas que clama por justicia y dos padres de familia que no superan la ausencia de uno de sus mayores orgullos.
Daniel Grados, el joven actor que murió atropellado el pasado 13 de febrero por un conductor que se dio a la fuga y no le prestó los primeros auxilios, recibió una emotiva carta de su padre Luis Grados, quien hasta el momento no supera su pronta partida.
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Con líneas que trasmiten su dolor y desesperación ante el lento accionar de los agentes policiales para encontrar al culpable de la muerte de Daniel, su padre no pierde las esperanzas que este afronte la justicia y responda por su delito.
Hijo, tengo miedo…Han transcurrido casi 20 días, he mantenido un silencio estoico a pesar que mi alma grita desgarrada, con el infortunio de no volver a verte (…) te arrebataron la vida con una muerte vulgar, por un sujeto preso de insensibilidad que nulo de toda compasión decidió dejarte postrado, moribundo, huyó en las sombras de la noche sin titubeo ni arrepentimiento
empezó escribiendo Luis Grados.
El padre de Daniel teme que el su caso quede en el olvido y que forme parte de los muchos que continúan sin resolverse. Demanda de mayor trato justo para todos los ciudadanos, sin medir condiciones sociales.
La angustia continua en los aspectos policiales y legales que son para nosotros un bosque oscuro, la indecisión del manejo institucional es agobiante. La falta de recursos metodológicos, logísticos y humanos nos deja con la percepción recurrente de improvisación en el recojo y priorización de pruebas y evidencias, que permitan identificar al victimario con la celeridad que dicta el sentido común. Situación que colinda con lo absurdo y porque no pensar, con la corrupción en instituciones que deben velar por la seguridad ciudadana.
continuó.
Añadió tener miedo de lo sucedido “en esta sociedad quebrada en la que vivimos” y que todo “forme tan solo un número en la estadística de los olvidados, donde los sin oportunidad de privilegio, tienen vetado el acceso a la justicia, solo accesible si perteneces a la clase social adecuada”.
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Luis Grados reconoce que “no hay oración ni plegaria” que regrese a Daniel a sus brazos. Ahora solo existe esa inmensa soledad de no escuchar su voz, ni sus pasos. “No volverás a nosotros. Y me niego a pensar que no lograremos encontrar a quién cruelmente te arrebató la vida. Me niego, rotundamente”, enfatizó.
El padre de Daniel espera que la muerte de su hijo no quede impune y que el culpable de este lamentable episodio pague por lo sucedido.
Hijo, tengo miedo… Han transcurrido casi 20 días, he mantenido un silencio estoico a pesar que mi alma grita…
Publicado por Luis Felipe Grados Morante en Viernes, 4 de marzo de 2022
