De unas 300 personas que fueron sometidas al descarte de la hidatidosis o también llamado “quiste del perro”, unas 72 tuvieron resultados positivos al punto de recibir tratamiento farmacológico y quirúrgico contra este parásito en el hospital Daniel Alcides Carrión de Huancayo, manifestó la veterinaria Tatiana Suárez Rosales. Quien además, recomendó que, las personas deberían hacerse un descarte de esta enfermedad cada 4 veces al año.
Pero, por mucho tiempo se ha pensado que solo los perros de la calle son propensos a transmitir enfermedades, sin embargo, esto no es del todo cierto ya que existen enfermedades que pueden llegar a ocasionar daño en los seres humanos.
¿Qué es la hidatidosis?
La equinococosis o hidatidosis humana es una parasitosis causada por cestodos del género Echinococcus. Son cuatro las especies más importantes desde el punto de vista de salud pública, y por su distribución e impacto económico a nivel mundial.
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Entre ellas encontramos: Echinococcus granulosus y Echinococcus multilocularis son los más frecuentes, causantes de equinococosis quística (EQ) el primero, y equinococosis alveolar (EA) el segundo. Echinococcus vogeli y Echinococcus oligarthrus dan lugar a equinococosis poliquística y se han reportado con mucha menor frecuencia en el humano.
El perro y algún otro cánido silvestre, pueden tener en su intestino una lombriz de forma plana llamada Echinococcus Granulosus y que podemos ver a simple vista sobre sus heces. Pero ojo ya que hay otros muchos tipos de lombrices planas que no son transmisoras del quiste, sólo el Echinococcus puede hacerlo.
Si accidentalmente el hombre ingiere huevos de este parásito, éstos penetran en el organismo formando quistes sobre todo en el hígado y pulmón, pero también pueden alcanzar otras localizaciones menos frecuentes como el corazón, bazo, riñones y huesos. Estos quistes sólo tienen solución quirúrgica.
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Las ovejas y vacas se contagian cuando ingieren pastos contaminados con huevos del parásito propagados con las heces de los perros y desarrollan quistes hidatídicos en el pulmón y en el hígado.
Por tanto, para evitar que el hombre pueda contagiarse, podemos establecer una serie de normas a seguir:
– Destruir todos los órganos con quistes hidatídicos extraídos tanto en los mataderos como en las matanzas particulares en los domicilios.
– Realizar análisis de heces periódicos a los perros para detectar la presencia del Echinococcus.
– Eliminación higiénica de las heces de los perros tanto de las calles como del campo y la huerta.
– Lavar adecuadamente las verduras antes de consumirlas ya que pueden haber sido regadas con aguas contaminadas por la defecación de algún perro.
– En áreas de riesgo, evitar el contacto excesivo con animales poco cuidados.
– No besarlos, lavarnos las manos tras tocarlos, etc.
– Pero la gran medida de prevención es la realización periódica de una desparasitación interna, que en nuestra clínica aconsejamos sea cada 3 meses en animales adultos. La manera de desparasitarlo es tan sencilla como administrarle unos comprimidos cuya cantidad varía en función del peso del perro.
Para hacerse el descarte es necesario someterse a una ecografía, una placa radiográfica y confirmar con un examen de sangre, si es positivo deben ser tratados.
Fuente: Correo
