Anualmente, el Ministerio de la Mujer se enfrenta a grandes retos para erradicar la violencia contra las mujeres en Perú. A pesar de que las estadísticas muestran un preocupante número de feminicidios cada año, con 132 casos registrados entre enero y octubre de 2024, la falta de sensibilización y capacitación en los sectores policial y judicial sigue siendo uno de los mayores obstáculos.
Según datos del INEI, más de 130 mujeres son víctimas de feminicidio anualmente, y en el 2023 este número subió a 146 durente el 2023. Sin embargo, los esfuerzos para reducir esta cifra se ven limitados por una gran tolerancia social hacia la violencia de género. Patricia Garrido, directora ejecutiva del Programa Aurora, señaló que el 60% de los adultos en Perú justifica la violencia contra las mujeres en situaciones como si la mujer ha sido engañada, si no desempeña su papel de madre o si se presenta de manera «provocativa».
Según Natalia Manso, experta en género y docente de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, pese a los progresos en la concienciación, numerosos oficiales de policía y operadores de justicia todavía no poseen la capacitación requerida para gestionar casos de violencia de forma eficaz. Además, el comportamiento irrespetuoso y la ausencia de un cuidado apropiado en las estaciónes de policía empeorarán la situación para las víctimas..
Aunque el Ministerio de la Mujer ha puesto en marcha programas de formación para la policía y los operadores judiciales, la elevada tasa de rotación de personal en estos ámbitos obstaculiza que los progresos sean duraderos. Las cifras resultan preocupantes: menos de dos casos de cada 100 administrados por las fiscales concluyen con una acusación formal, y la cifra continúa en descenso conforme los casos progresan hacia el juicio. De acuerdo con Garrido, para mejorar esta circunstancia, es esencial que tanto la policía, como el Ministerio Público y las áreas penales, dispongan de personal formado y sensible a los problemas.
Desde el Ministerio de la Mujer indican que llevan a cabo formación para policías y diversos operadores de justicia con el objetivo de sensibilizar y gestionar técnicamente los casos de violencia. No obstante, Patricia Garrido, portavoz de esta organización, sostiene que uno de los retos a los que se enfrentan es el elevado cambio de personal en la policía y en los distintos servicios públicos.
Se debe conseguir a nivel institucional que tanto las unidades de policía, como el Ministerio Público y las áreas penales, posean todo el conocimiento requerido para agilizar los casos de violencia, señalan desde el Ministerio de la Mujer.