Los pescadores artesanales de la provincia de Paita se manifestaron esta mañana en una marcha de protesta, sumándose al paro nacional convocado por los transportistas de Lima. Su principal demanda al Ejecutivo es la intervención urgente para frenar la incursión de embarcaciones extranjeras en el Mar de Grau y la declaración de emergencia para la pesca artesanal.
Protesta en las calles de Paita
La protesta comenzó alrededor de las diez de la mañana, cuando los pescadores se reunieron en el centro de la ciudad portuaria. Desde allí, marcharon por las principales calles de Paita, alzando su voz contra la falta de medidas para proteger sus recursos marinos. Los manifestantes exigen un control más estricto por parte del gobierno para evitar la depredación de las especies marinas en el litoral peruano.
«Se debe tener un sistema de ordenamiento pesquero para poder cuidar la biomasa,» reclamaron los pescadores, haciendo un llamado urgente para que se prohíba el ingreso de embarcaciones extranjeras, especialmente las de bandera china, que están explotando de manera indiscriminada las riquezas del mar peruano.
Ultimátum al Ejecutivo
Los pescadores dieron un ultimátum a la presidenta del país, solicitando que reciba a los representantes del gremio dentro de las próximas 72 horas. «No podemos permitir que continúe el saqueo indiscriminado de nuestras especies marinas por parte de la flota foránea,» expresaron durante la protesta, advirtiendo que, de no recibir una respuesta del gobierno, evaluarán la posibilidad de convocar a un paro nacional.
Movilización marítima
Tras recorrer las calles de la ciudad, los pescadores, entre ellos armadores y aquellos dedicados a la pesca de pota y merluza, abordaron sus embarcaciones para continuar la protesta en el mar. Navegaron por los alrededores del puerto, demostrando su rechazo a la falta de control sobre las actividades pesqueras ilegales que afectan la economía y el ecosistema local.
Exigen medidas contra la pesca ilegal
Los pescadores artesanales de Paita insisten en la necesidad de que el Ejecutivo implemente un sistema de ordenamiento pesquero efectivo y medidas concretas para frenar la depredación de sus recursos. La presencia de embarcaciones extranjeras es una preocupación constante para los hombres de mar, quienes ven cómo disminuyen sus capturas y se deteriora la biodiversidad marina.