Personal de la subgerencia de Operaciones y Control Municipal de la comuna piurana, clausuró definitivamente un local por negarse al control e inspección municipal en virtud a la Ordenanza Municipal N° 125 código 06 – 901. Dicho establecimiento funcionaba como casa hogar de jóvenes con problemas sociales, según denunciaron los vecinos.
El operativo se realizó en conjunto con la Segunda Fiscalía de Prevención del Delito y la Policía Nacional. La acción se ejecutó en una vivienda de la manzana I1, lote 16 de la urbanización Ignacio Merino.
Al momento de la intervención, un ciudadano negó a identificarse ante las autoridades. En consecuencia, se determinó que dicha persona era responsable de un centro de rehabilitación que funcionaba frente a la I.E Ann Goulden, el mismo que fue clausurado anteriormente por no contar con la documentación requerida.
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Karla Mezones Zapata, subgerente de Operaciones y Fiscalización, detalló que al momento de la intervención se pudo observar por una rendija del portón del inmueble a un grupo de jóvenes cantando y tocando instrumentos, ropa tendida y la puerta interior se encontraba cerrada con un candado.
“Nosotros simplemente buscamos supervisar que las personas que se encuentran en este lugar reciban los cuidados necesarios y cuente con las medidas de seguridad establecidas para este tipo de establecimientos”, expresó la funcionaria.