A dos años de la desaparición de Anthony Camizán, un joven de 23 años presuntamente víctima de un acto de violencia por parte de un policía con quien mantenía una relación sentimental, Generación Orgullo exige a la Fiscalía que investigue este caso como un posible crimen de odio contra una persona de la comunidad LGBTIQ+.
Brander Márquez, coordinador de Incidencia de Generación Orgullo, resalta la urgencia de que la investigación se enfoque correctamente, tomando en cuenta la naturaleza de la relación entre Anthony Camizán y el policía Rone Córdova, el principal sospechoso, quien supuestamente ejercía violencia sobre la víctima.
«Todo indica que la desaparición de Anthony Camizán fue consecuencia de una relación violenta y posesiva con un policía que no aceptaba la decisión de Anthony de terminar la relación. En este contexto, la orientación sexual de Anthony debería haber sido un factor clave en la investigación del Ministerio Público. Sin embargo, por más de un año, el principal sospechoso fue considerado solo un testigo», expresó Márquez.
Márquez también recordó la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2020, que ordenó al Estado peruano implementar protocolos específicos para investigar la violencia contra personas LGBTIQ+. Sin embargo, hasta la fecha, el Estado no ha cumplido con este mandato, dejando casos como el de Anthony Camizán sin una investigación adecuada.
«Este caso es un llamado urgente al Estado peruano para que priorice la capacitación en derechos humanos y diversidad sexual dentro de sus instituciones, no solo en Piura sino en todo el país. Es fundamental que se brinde reparación a los familiares de Anthony, quienes llevan dos años buscando la verdad, para poner fin a la angustia e incertidumbre que los afecta», concluyó Márquez.