Tras la inauguración del by pass de la remodelada avenida Sánchez Cerro, que suponía la solución para el caos de la ciudad, los piuranos lamentablemente demuestran actos contra la vialidad y la cultura a la altura del Mercado Modelo.
Joel Rivera
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“Con las obras de reconstrucción vamos a lograr un antes y después para Piura, y lo estamos viendo con esta avenida”, fueron las palabras del presidente de la República Martín Vizcarra el día de la inauguración, que parece haberse equivocado, pues Piura estaría muy lejos del ansiado progreso.
Para empezar, las cunetas que tienen como fin desaguar las calles de esta Av. en caso de lluvias, actualmente están llenas de basura, los transeúntes, así como los pasajeros de transporte tiran los desperdicios acumulándose diariamente grandes cantidades de residuos a lo largo de la vía. Además la población reclamaba porque es un peligro para los motociclistas para lo cual piden la colocación de rejillas.
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En tanto, los cilindros puestos por la Municipalidad de Piura, para impedir el paso de vehículos, son fácilmente manipulados y movidos de su sitio por los taxistas y pasajeros a tempranas horas para burlar la restricción de no cruzar directamente por la avenida. También, dichos cilindros están llenos de basura, desperdicios plásticos y orgánicos que traen malos olores, y evidentemente este no es el fin de su presencia en esta parte.
“La gente hace lo que quiere, no respeta, y como ellos no respetan, yo tampoco respeto”, nos dice Clara Cherres, una transeúnte. Este es el aforismo del piurano representado en la opinión de un poblador.
Por otra parte, la población hace oír su voz de protesta contra la falta de puentes peatonales, y la colocación de mallas de fierro puestas a lo largo de la pista de rápida circulación. José Martínez, otro peatón, enfatizó “En este lado falta efectivamente un puente peatonal aéreo, porque este es un peligro latente y también nos falta educación vial”.
En este sentido, el pasado fin se semana la misma gente abrió estas rejas a la altura del Terminal Gechisa para poder cruzar, siendo la comuna piurana quien tuvo que soldarla para que siga cumpliendo el objetivo de proteger la integridad física de los transeúntes.
Cabe precisar que, estos cruceros peatonales fueron clausurados por el peligro que corre la gente al utilizarlos ya que la velocidad de los vehículos que circulan en esta parte supera los 60 k/h.
Respecto al regado de las áreas verdes, la Municipalidad de Piura y Veintiséis de Octubre vienen realizando estos trabajos para embellecer la inaugurada avenida, aunque ya hay personas ensuciándolas.
Queda claro que el peor enemigo de Piura es el piurano mismo y que no importan las obras de gran complejidad que se hagan en la ciudad sino estamos preparados para conservarlas.
Sin embargo, la comuna a la fecha no recibe la obra a cargo del gobierno regional, pero tampoco inicia el proceso para la auditoria como anunció para levantar las observaciones presentadas en esta importante obra.