Dos de los cinco regidores de la Municipalidad de Piura, quienes fueron destituidos el pasado lunes, han acusado al alcalde Gabriel Madrid de obstaculizar sus labores de fiscalización. Además, han revelado que se les impidió ejercer su derecho al voto durante la última sesión de Consejo.
Según Martín Olivares, uno de los regidores afectados, «existen numerosas situaciones que carecen de transparencia» y, por esta razón, habían solicitado información para llevar a cabo una investigación adecuada. No obstante, en lugar de recibir la información solicitada, solo obtuvieron una solicitud de destitución en su contra.
«Estábamos desempeñando nuestra función de fiscalización, pero parece que al alcalde no le agradaba, incluso antes de que comenzáramos completamente nuestras labores. Simplemente estábamos solicitando información para luego poder ejercer con eficacia nuestra tarea de fiscalización, que es nuestra responsabilidad», expresó Olivares.
Además, añadió que, en este momento, los únicos regidores que están cumpliendo con la labor de fiscalización son los de oposición, ya que los regidores oficialistas no han presentado solicitudes de información ni han mostrado apoyo en este sentido.
«Solo nosotros estamos requiriendo la información, el resto no ha solicitado nada y son quienes respaldan la gestión», agregó.
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Por su parte, Daniel Verástegui, todavía regidor, mencionó que durante la última sesión del Concejo no se les permitió ejercer su derecho al voto, lo cual consideró «injusto e incluso arbitrario». «El alcalde afirmó que solo podían votar aquellos a favor de la destitución, lo cual es una interpretación absurda de la norma. Se nos negó el derecho a tomar una decisión al respecto», subrayó.
Finalmente, el alcalde de Piura, Gabriel Madrid, emitió un comunicado en el que menciona que los regidores en cuestión «siempre han obstaculizado el trabajo y han sido regidores de oposición».
