Hace 60 años, Humberto Santiváñez de Vivanco junto con su padre el exfiscal decano Aníbal Santiváñez Morales, quien se le unió unos años después, edificaron los cimientos de una corporación que hoy no solo destaca por su profesionalismo y responsabilidad en su quehacer legal, sino también por su elevada conducta ética, que le ha significado el reconocimiento internacional.
Es por ello, que el fin de semana los ocho socios de este reconocido estudio de abogados, Ricardo Santiváñez, Roberto Santiváñez, Waldir Reyes Santiváñez, Fidel Rocha, Maite Capella, Abel Venero, Paul Súmar y Guillermo Auler celebraron junto a su selecto equipo de abogados, familiares, clientes y distinguidos personajes de la región y de la capital, esta impecable trayectoria de servicio legal.
Precisamente, el gerente general, Ricardo Santiváñez, reconoció que parte del éxito de esta corporación es la pasión hacia la profesión que ejercen. “Yo creo que el punto de partida es la pasión por el derecho, porque si uno no siente pasión por lo que hace difícilmente va a tener éxito en lo que hace no. Y también el estudio y la dedicación permanente, la actualización en el derecho y brindar los mejores servicios legales que se pueda y con mucha ética y con muchos valores morales, que sí, en estos 60 años han ido de la mano y somos reconocidos por ambas cosas, por nuestra ética profesional y por nuestros buenos servicios legales”
Por su parte, Roberto Santiváñez reveló que el principal desafío que tiene el quehacer jurídico es la debilidad institucional que tiene el Perú. “Las instituciones no funcionan como deberían porque no tienen tiempo para evolucionar, para consolidarse, hay demasiada inestabilidad política y esto genera demasiados cambios en rotación, estoy hablando de ministerios, fiscalías, Poder Judicial, empresas del estado, si no hay estado de derecho es más complejo trabajar así, más incertidumbre”.
A su turno, Waldir Reyes Santiváñez, incidió en el aspecto ético. “Es importante hacer entender a toda la sociedad que uno puede progresar haciendo derecho, cumpliendo las leyes y sin tener que incurrir nunca en un acto de corrupción pienso que es lo más importante, el profesionalismo el compromiso y el amor y la pasión por la carrera que uno ha estudiado en mi caso derecho”.