Los pobladores de Tambogrande han dejado claro que no cederán ante las presiones del Gobierno ni de las entidades empresariales para dar pase a la instalación de la minería en el valle, reafirmando su compromiso con la agricultura. A pesar del rechazo histórico de la población local, el gobierno insiste en promover el proyecto minero «El Algarrobo«, impulsado por la empresa minera Buenaventura en Locuto, distrito de Tambogrande, Piura.
Este proyecto enfrenta una fuerte oposición social, que se remonta a la consulta popular de 2002, donde los habitantes rechazaron de manera contundente cualquier intervención minera en la zona, priorizando la agricultura como base del desarrollo local.
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José Rogger Incio Sánchez, director de Proinversión, ha minimizado el resultado de la consulta popular, calificándola de desactualizada y señalando que «nuevas generaciones» buscan oportunidades de desarrollo. Según Proinversión, el proyecto contempla una inversión inicial de 759 millones de dólares y generaría más de 2,753 millones de dólares en operaciones durante los primeros 10 años.
Por su parte, la Cámara de Comercio de Piura, liderada por Mateo Gómez Matos, respalda el proyecto y argumenta que impulsaría el crecimiento económico regional en un 3.4 %. Sin embargo, esta postura no considera el clamor de las comunidades locales, que defienden sus tierras agrícolas y rechazan categóricamente la minería.
Diversas organizaciones agrarias y campesinas han reiterado su rechazo al proyecto minero, resaltando la importancia de las más de 42 mil hectáreas de cultivos de mango y limón, que representan pilares económicos para Tambogrande y el país.
«La agricultura, ganadería y agroexportación son los verdaderos motores de desarrollo para nuestra comunidad», señalaron los representantes, quienes también enfatizaron su disposición de defender sus territorios ante cualquier intento de imposición minera.