Han transcurrido más de tres décadas desde que Juan Pablo II llegó por primera vez al Perú y también a Piura, donde Lourdes Seminario Sullón, colaboradora del Programa Pensión 65, tuvo el privilegio de conocerlo y bailar marinera para el Vicario de Cristo.
Este sábado ella participará en el encuentro del Papa Francisco con los feligreses en Trujillo.
Aunque en ese entonces tenía solo 7 años de edad, Lourdes recordó que el 3 de febrero de 1985, junto con su hermano Martín, luego de bailar la tradicional marinera “San Miguel de Piura” y sentarse sobre la blanquísima túnica del Sumo Pontífice, él le besó una de sus manos en agradecimiento por el baile.
La misa de Juan Pablo II había sido programada en el extenso terreno de “Campo Polo” del distrito de Castilla, y hasta allí fue llevada Lourdes, tras una caminata de una hora y media, dado que en ese entonces no había movilidad hacia esa zona. Ella estuvo acompañada de cinco parejas de marinera, también seleccionadas del taller de vacaciones escolares que dictaban en la parroquia San Juan Bautista de Catacaos.
“Ese día mi mamá me peinó un moñete y me puso un vestido de color crema con encaje blanco y dormilonas; mi hermano llevaba sombrero de paja con camisa blanca y pantalón negro, ambos remangados, así como se usa aquí”, relató.
Durante su gira por Piura, refirió Lourdes, la gente repetía estribillos a su Santidad Juan Pablo IIcomo “Juan Pablo amigo, Piura está contigo”, a los que él contestaba “Piura amigo, el Papa está contigo”.
“Hasta ahora tengo en mi mente la imagen del Papa besando tierra piurana; aún siento su carisma, transmitía algo especial que nunca más he sentido”, dice Lourdes al recordar que un “mar humano” acompañó la misa ofrecida por el llamado “Papa Peregrino”.
Como su madre es muy religiosa, Lourdes dijo que los rezos son parte de su vida cotidiana y después que falleció Juan Pablo II lo invoca y confiesa que “hasta ahora no me ha fallado”.
Lourdes tiene hoy 39 años. Estudió obstetricia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y es parte de la Unidad Territorial de Pensión 65 en Piura. En su día a día coordina con los promotores que llegan hasta las zonas más alejadas, realiza visitas domiciliarias a los usuarios del Programa, entre otras tareas.
Fuente: Andina