El Poder Judicial absolvió a Vladimiro Montesinos por el delito de lesiones graves contra Leonor La Rosa, La exagente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), quien denunció que —en 1997— fue víctima de torturas y violación por parte de militares y agentes de inteligencia.
La Cuarta Sala Penal Liquidadora Nacional Transitoria dio a conocer su veredicto tras escuchar los alegatos finales de Vladimiro Montesinos, durante las últimas semanas, cuya defensa solicitaba que sea absuelto por este caso.
En este proceso penal también estaban implicados el exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicolás de Bari Hermoza Ríos, y el exjefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Julio Salazar Monroe. Vladimiro Montesinos acumula varias condenas El exasesor presidencial de Alberto Fujimori, uno de los nombres más influyentes y poderosos del Gobierno de la década de los noventas, ya cumple una serie de condenas —dictadas por el Poder Judicial— por diversos delitos.
La más alta es de 25 años por el Caso Barrios Altos, cuya condena vencerá el 24 de junio del 2026. En tanto, en junio del 2023, Vladimiro Montesinos fue condenado a 23 años de cárcel por homicidio calificado con el agravante de alevosía por el asesinato de Mariella Barreto, exagente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), en 1997.
Se dispuso que la condena sea contabilizada dentro de la sentencia de 25 años por el Caso Barrios Altos. Por otro lado, también tiene vigente una condena de 20 años de prisión por la venta ilegal de fusiles a las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC).
Y está pendiente de revisarse un recurso de nulidad contra el fallo que lo absolvió de responsabilidad del asesinato del líder sindical Pedro Huilca. Recurso se encuentra en la Cuarta Sala Penal Liquidadora.
¿De qué trata el Caso Leonor La Rosa?
Leonor La Rosa, exagente agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), denunció que fue torturada y violada por militares y agentes inteligencia en febrero de 1997 —en pleno gobierno de Alberto Fujimori— durante los interrogatorios.
Le atribuían el haber filtrado a la prensa documentos “confidenciales” sobre los planes criminales del régimen contra periodistas y políticos opositores. La Rosa Bustamante trabajó como agente encubierta en el Hospital Militar de Lima como relacionista pública, pero su verdadera labor era controlar posibles fugas de información a Chile y Ecuador a través de agregados militares de esos países. Años después, confesó que sí reveló planes secretos codificados como “Bermudas, Narval y el Pino”.
Actualmente, Leonor La Rosa solo se puede movilizar en una silla de ruedas tras quedar parapléjica debido a una lesión en la médula espinal que le generaron durante las torturas. Vive en Suecia desde 1998 tras ser aceptada como refugiada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En el 2002, el expresidente en funciones Alejandro Toledo le pidió disculpas a nombre del Estado peruano y se le indemnizó con 120 mil dólares.