La jornada de inauguración de colegios que desarrolló en Piura la presidenta Dina Boluarte se vio empañada por una «lluvia» de protestas de padres de familias del Bajo Piura, quienes reclamaron por la existencia de obras paralizadas en otras instituciones educativas, lo cual afecta la educación de sus hijos.
Mientras la jefa de Estado se dirigía a los asistentes del colegio Genaro Martínez Silva, en la Villa Pedregal, otro grupo de manifestantes arengaba en los exteriores del plantel.
«No queremos más promesas, no más mentiras. Van y se toman fotos y nos tienen bajo engaños», cuestionaron los indignados padres.
Su reclamo se debe a la paralización de los trabajos de mejoramiento del colegio Nº 1401 del centro poblado Narihualá, en el distrito de Catacaos. Según dijeron, la obra está abandonada hace un año y los afectados son 300 escolares que no tienen un local educativo para el inicio de clases.
“La obra está abandonada, no va ni el 10% porque no tienen fondos. Tenemos un plan de contingencia, pero los techos no sirven, no tienen baños, sin puertas y los espacios son muy pequeños.”, se quejó Marley Torres, madre de uno de los alumnos.
Mientras la comitiva presidencial se trasladaba a la localidad de La Unión, otro grupo de padres de familia bloqueó la vía Sechura–La Unión, para exigir que se continúen con los trabajos en el colegio del distrito. La presidenta Boluarte tuvo que tomar otro camino para evitar a los manifestantes. Ellos se enfrentaron a la Policía.
Alertada de las protestas, la presidenta emitió un discurso de «no violencia» durante la entrega de las obras de infraestructura educativa. Además, anunció una serie de obras como el drenaje pluvial, el proyecto Alto Piura y más colegios.