Tras la existencia de más casos de menores que contrajeron amebas de vida libre, conocidas como ‘come cerebros’ por sus graves efectos en este órgano, especialistas instaron a la calma, pero recomendaron estar atentos a la higiene de los ambientes acuáticos que se utilizan para bañarse. También detallaron los primeros síntomas percibidos.
“La presencia de estas amebas es una cosa muy excepcional y fortuita, pero es cierto, en climas tropicales y en ambientes acuáticos es más frecuente que en otros. En aguas estancadas con mala higiene hay más chance de que estén”, explicó el médico infectólogo Ciro Maguiña, del hospital nacional Cayetano Heredia.
Estas amebas solo afecta a las personas cuando está en su estado trofozoíto (cuando pierde sus aletas y comienza a reptar). Esto sucede solo durante una fracción de la vida de parásito. Ingresa por las fosas nasales y en extraños casos se mete al cerebro a través de la nariz. Allí segrega una enzima que destruye la masa cerebral y produce una meningoencefalitis.
En la primera etapa de la infección, la persona puede tener fiebre, náuseas y vómitos, así como dolor de cabeza frontal severo. A medida que la enfermedad avanza sin que se detecte el origen, la víctima puede experimentar rigidez en el cuello, alucinaciones, convulsiones, alteración del estado mental hasta caer en una coma.
EL CASO DE MATEO
Mateo Castro, un menor de 12 años, estuvo a punto de morir el año pasado luego de que contrajera, durante un viaje a la selva, una peligrosa ameba comúnmente llamada ‘comecerebros’, por sus graves afectaciones al tejido de este órgano.
Entre agosto del 2016 y agosto del 2017, Mateo fue sometido a 52 intervenciones quirúrgicas, de las cuales 17 fueron operaciones a cráneo abierto. Sufrió constantes convulsiones y pasó largas temporadas en la unidad de cuidados intensivos, mientras tomaba el único medicamento conocido capaz de enfrentar su mal: miltefosina.
Al comienzo, Mateo solo pudo obtener esas pastillas por donaciones, ya que solo se vendían en Estados Unidos a US$2.000 la unidad (más de US$50.000 al mes). Pero a partir de este caso, ahora son distribuidas gratuitamente por el Ministerio de Salud.
En ese entonces, se determinó que Mateo había contraído la ameba en alguna de las piscinas de Iquitos en las que se bañó durante sus vacaciones. Este parásito, aunque es capaz de resistir condiciones ambientales extremas de calor o frío, tendría preferencia por ciertos ambientes acuáticos contaminados, según especialistas.
Mateo y su madre, la doctora Diana Guerra, contactaron a El Comercio para expresar su preocupación porque en los últimos meses se han registrado nuevos casos en menores: cuatro en Lima –tres fallecidos y uno grave– y dos en Piura y Arequipa, este último también con consecuencias fatales.
Respecto al supuesto caso en Piura, fuentes consultadas por Noticias Piura 3.0 informaron que hasta el momento no existe un reporte oficial sobre este afectado.
(Con información de El Comercio)