Así como dormir boca abajo está desaconsejado porque, entre otras cosas, dificulta la respiración, hay una postura que se apunta como la favorita entre los expertos: la lateral.
Redacción
prensa@noticiaspiura30.com
Argumentan que reporta un mayor descanso y facilita el funcionamiento de nuestro organismo.Pero dentro de la posición lateral, el lado izquierdo es el mejor porque aporta más beneficios. Éstos son algunos de los más importantes, según la ciencia.
1. Bueno para el cerebro
Dormir sobre el lazo izquierdo beneficia el drenaje linfático de nuestro sistema nervioso central, asegura un estudio publicado en la revista científica The Journal of Neuroscience y elaborado por las universidades de Stony Brook, Nueva York y Rochester, todas en Estados Unidos.
| LEER MÁS >>> ¿Quieres dormir saludable? Estos son los alimentos que debes consumir
2. Mejora la circulación
De acuerdo con la posición en la que se encuentran nuestros órganos, en este caso especialmente el corazón, dormir hacia el lado izquierdo impide la obstrucción de la arteria aorta, que bombea sangre desde nuestro corazón hacia el resto del sistema sanguíneo, indicó a CNN el doctor W. Christopher Winter, del Hospital Martha Jefferson de Charlottesville (Estados Unidos).
3. Facilita la digestión
Esta es una simple cuestión de gravedad. El estómago y los intestinos delgado y grueso están ligeramente inclinados hacia la izquierda por lo que recostarse sobre el lado izquierdo hace que los alimentos pasen a través de estos órganos con más facilidad.
4. Alivia el peso sobre la columna vertebral
Cuando te acuestas de lado, tu columna está más alineada que de espaldas o boca abajo. Además, de lado se evita que todo el peso del cuerpo recaiga sobre nuestra espalda. El lado izquierdo es el mejor porque, como hemos visto, evita la presión de importantes vías sanguíneas.
Dormir hacia el lado izquierdo está especialmente aconsejado para embarazadas ya que así evitan que el bebé presione la vena cava y la sangre circula con más facilidad haciendo llegar a la placenta los nutrientes necesarios para el bebé.
Fuente: El Comercio