Un rescatista miembro de la Marina de Tailandia murió por falta de oxígeno, tras haber suministrado de provisiones a los 12 niños atrapados en una cueva desde el pasado 23 de junio.
Redacción
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El terrible hecho ocurrió cuando el hombre identificado como Samarn Kunan, de 38 años, pereció al quedarse sin oxígeno mientras regresaba buceando de la cueva donde se encuentran los niños atrapados.
«Perdió el conocimiento en el camino de vuelta, su compañero de buceo intentó ayudarle y llevarlo», precisó el jefe de los comandos de la Marina, Apakorn Yookongkaew.
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«La muerte de este experto buceador sirve para mostrar la dificultad de las tareas de rescate (…) A pesar del deceso no vamos a parar de trabajar para sacar al grupo», declararon a Efe fuentes de la Oficina del Gobernador de Chiang Rai, donde se encuentra la cueva.
Los socorristas están bombeando agua de la cueva para que baje su nivel y que los niños puedan salir de allí sin tener que bucear o haciéndolo en momentos contados.
Según indican un buzo experimentado necesita 11 horas para hacer un viaje de ida y vuelta hasta donde están los niños: seis de ida y cinco de vuelta gracias a la corriente. Un recorrido de varios kilómetros que incluye pasos angostos y tramos bajo el agua.
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Los restos mortales del fallecido serán trasladados hasta la ciudad portuaria de Sattahip, en el sureste, donde se celebrará el funeral.
Como se recuerda el 23 de junio pasado, un grupo de niños ingresó en compañía de su entrenador en el laberinto de grutas de Tham Luang Nang Non, la cuarta cueva más grande del país, y no pudieron salir.
Fuente: El Comercio
