Dos ancianos llegaron hasta la Corte de Piura para exigir justicia, pues precisan que fueron estafados por la Caja Paita. Piden les devuelvan su terreno y sus casas que fueron demolidas después de ser desalojados.
Leydi Timaná
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Según precisa Efraín Rufino Nima ellos viven más de 40 años en el predio de ocho hectáreas ubicado en el Centro Poblado (CP8) Malingas-Tambogrande y nunca han tenido problemas, pero esto nació a raíz de una deuda de nueve mil soles con la entidad bancaria.
«Hace 6 años empecé como prestatario de la Caja Paita, pero de mil soles, dos mil soles, pero un día llega un trabajador que tenia un crédito lo cual accedí, me dio nueve mil soles, solo pague cinco mil, porque me robaron jabas de mango, y quedo una deuda de cuatro mil soles, por ese monto me han quitado mi terreno», explicó.
Dijo que ha hecho todo lo posible para cancelar esa deuda de cuatro mil soles, pidió refinanciamiento y le aceptaron, pero al momento de ir a cancelar a la Caja le habrían indicado que no sostenía ninguna deuda por lo que no canceló.
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Luego de unos meses, según indica el anciano, fue notificado de un desalojo de sus terrenos, situación que ha provocado que en la actualidad las cuatro familias que habitaban en este predio vivan a la intemperie, por no tener un lugar donde vivir.
Por su parte el abogado de la familia, Martín Romero, sostuvo que en este desalojo se habría tomado áreas que no están dentro de la demanda.
«Que ante un desalojo el juez debe garantizar que el acreedor garantice a la otra persona que no se afecte a la propiedad que no esta dentro de la demanda, por ello el Juzgado Mixto de Chulucanas está ventilando el proceso de anulabilidad de acto jurídico para que se anule la acción impago y la venta que hace luego a la empresa que son los que desalojan a la familia», detalló.
Al respecto, el gerente de negocios de la Caja Paita, Richard Bayona, mencionó que Efraín Rufino es un cliente que ha mantenido desde el 2007 operaciones crediticias con la entidad, donde ha puesto de garantía un bien que es su parcela, pero por el retraso de la deuda el terreno fue puesto en subasta pública y vendido a otra persona. Además, aclara que la deuda no es de cuatro mil soles como precisa el anciano.
«El monto es superior al que precisa el señor, este monto no fue pagado por el cliente. Lo que se hizo es una acción de impago por parte de este cliente, pero no fue cancelado solo hizo una amortización de dos mil soles, pero no pagó todo y lógicamente como proceso de recuperación por parte de la entidad se procedió, que él diga que pagó es totalmente falso», indicó Bayona.
Finalmente, señaló que todo el proceso ha sido legal y se ha cumplido con los procedimientos.
