Nunca es tarde para las segundas oportunidades. Con esta frase resume Tania Lucía Ramírez Farías su gran logro: ocupar el primer puesto en el concurso Beca Generación del Bicentenario, convocatoria 2022, para estudiar un doctorado en Sociología en la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos.
Hace 6 años, postuló al mismo concurso del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, pero no quedó entre los seleccionados. Este 2022 volvió a intentarlo y ganó. “Postulé hace muchos años para estudiar una maestría en la Universidad de Michigan, pero no obtuve la beca. Me sentí triste, porque los posgrados en el extranjero son muy costosos. No pude cubrir los gastos por mi cuenta, así que llevé la maestría aquí en Perú. Este año quise probar nuevamente”, recuerda la joven talento, natural de Talara (Piura) y egresada de la carrera de Sociología de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Para cumplir su objetivo, asegura que se preparó con un año de anticipación, con varias amanecidas para mejorar su nivel de inglés y aprobar el examen TOEFL, así como para alistar sus cartas de motivación y rendir la prueba del GRE, que incluye preguntas de Razonamiento Verbal y Razonamiento Matemático.
Su sacrificio y empeño no solo le permitieron obtener la beca del Pronabec, sino también ocupar el primer lugar en el concurso entre los seleccionados del doctorado. Eso no es todo. Gracias a su destacado perfil académico, además, consiguió la carta de aceptación de otras dos casas superiores de estudio del exterior. “Tenía tres opciones, pero me incliné por la de Pittsburgh, porque me ofrecía una especialización en Sociología Ambiental, que es de mi interés. Su posición en el ranking de las mejores universidades del mundo fue otro motivo que atrajo mi interés”, indica.
Aunque aún no empiezan sus clases, Tania tiene bien definido su tema de investigación. Ella explica, por ejemplo, que en los últimos años los pueblos indígenas han presionado para tener mayor poder decisorio y para que se reconozcan sus derechos territoriales; sin embargo, el avance es aún lento. ¿Por qué ocurre eso? ¿Qué es lo que hace falta? La talento busca responder esas preguntas y conocer si en nuestro país se están aprobando políticas de transición, mitigación y adaptación al cambio climático de manera justa.
“Si uno se pone a pensar en las políticas de financiamiento climático, uno podría ver quiénes la diseñan, qué políticas están detrás, qué actores están convocados o no en la toma de decisiones”, comenta Tania. Ella busca comparar, además, nuestras políticas de Estado con los países vecinos de Ecuador y Colombia.
Tania descubrió su pasión por la sociología un poco tarde. Ingresó a la PUCP con una carrera diferente. Sin embargo, los cursos de estudios generales la aproximaron a las ciencias sociales. “Me di cuenta de lo que realmente quería hacer con mi vida y me cambié de especialidad”, indica la becaria, y no se equivocó. Consiguió graduarse en el segundo lugar de toda su carrera y se orientó a la investigación académica y a las políticas públicas. Trabajó en el Jurado Nacional de Elecciones, el Ministerio de Economía y Finanzas, y acaba de culminar un proyecto de investigación en torno a las protestas asociadas a la minería en el Perú.
En el 2019, además, junto a algunas compañeras, crearon el colectivo Ecorazonar, en el que a través de talleres presentaron la problemática socioambiental, de una manera más crítica y a un público abierto en universidades como la PUCP y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
La joven talento proviene de una extensa familia de piuranos, encabezada por la matriarca Alejandrina Chunga, de 88 años, su abuelita paterna, quien se emociona por cada uno de sus logros. “Es la que me empuja a salir adelante. Ella salió de su pueblito a los 9 años, para trabajar como empleada en Chiclayo. A los 19 años, retornó a sus tierras y conoció a mi abuelo. Ambos migraron a Paita para vivir de la pesca y hacer vida juntos”, comenta Tania, hija de Juan Carlos, un ingeniero mecánico, y Aitana, ama de casa.
Su otra motivación es Óscar Apaza, su esposo arquitecto, con quien se casó el año pasado en plena pandemia. Se conocieron en una reunión con vecinos que luchaban por sus espacios públicos y más áreas verdes. Él también tiene en mente postular a Beca Generación del Bicentenario y cumplir su sueño, como ya lo hizo Tania.