Desde el reinicio de las manifestaciones en distintas zonas del país, el pasado 4 de enero, se han registrado un total de 39 daños materiales a la propiedad pública y privada por parte de ciertos sectores que protestan violentamente, ocasionando graves alteraciones del orden público.
Según la Central de Operaciones Policiales (Cenopol) de la Policía Nacional del Perú (PNP), durante esta semana de manifestaciones fueron atacadas 16 sedes de entidades públicas y 13 de entidades privadas, así como 10 bases policiales. Todos estos recintos se encuentran en las regiones de Puno, Apurímac, Arequipa, Cusco, Tacna y Huancavelica.
Puno, el escenario de más convulsión
La ola de violencia en las manifestaciones alcanza su pico más alto en Puno, que registró 25 de estos atentados. Le siguen Apurímac, con ocho; Cusco, con tres; Tacna, con dos; y Huancavelica, con uno.
Entre las principales infraestructuras afectadas figura el Aeropuerto Internacional Inca Manco Cápac, de la ciudad de Juliaca, el cual sufrió daños como la destrucción de 300 metros de cerco perimétrico, cuatro forados en la pista número 30, y otros cuatro forados en las paredes continuas.
Comisarías y supermercados
Como reportaron en su momento diversos medios regionales y de alcance nacional, varios grupos de manifestantes atacaron con palos, piedras y otros objetos contundentes las dependencias policiales puneñas de Azángaro, Putina, Ilave, Zepita y Juli.
La misma suerte corrió la comisaría de Gregorio Albarracín Lanchipa, en Tacna, la cual sufrió daños en la puerta principal, ventanas y ambientes principales, debido a cientos de piedras y palos arrojados por turbas de hasta150 personas.
Cabe resaltar que algunos inmuebles pertenecientes a municipalidades, al Poder Judicial, Ministerio Público, Aduanas, terminales terrestres y peajes también fueron atacados y, en algunos casos, incendiados. La situación no mejoró en el caso de los centros comerciales o tiendas por departamento, ni mucho menos viviendas de congresistas, de policías e incluso postas médicas, que se vieron seriamente afectadas y hasta saqueadas.
El Ministerio del Interior y la Policía Nacional continúan trabajando para restablecer el orden interno y la seguridad pública en todo el país, por lo que reiteran su exhortación a la ciudadanía para ejercer su derecho a la protesta de forma pacífica y respetando la infraestructura pública y privada.